Los vecinos de Castro Urdiales se encuentran en shock tras la detención de dos menores, de 13 y 15, años como sospechosos del asesinato de su madre. Las investigaciones apuntan a que el mayor de los dos hermanos apuñaló a su madre y, con ayuda del hermano menor, envolvieron el cuerpo de la mujer en una manta y lo trasladaron hasta el coche familiar, aparcado en el garaje de su vivienda.

Los agentes del Instituto Armado han analizado en profundidad la vivienda, el garaje y el coche donde fue encontrado el cadáver en la víspera. Los adolescentes intentaron simular un secuestro, pero la Guardia Civil desarmó su teoría rápidamente al tener la confesión de los menores. Durante la mañana se ha buscado el arma homicida en los alrededores del domicilio y en el parque donde fueron localizados los sospechosos la pasada madrugada, pero no hay resultados positivos. El marido de la fallecida se encontraba trabajando en una fábrica del País Vasco a la hora del parricidio. Está destrozado.

La discusión había comenzado días antes por las notas. Ayer, sospecha la Guardia Civil, volvieron con el tema y el menor de 15 años le clavó a su madre un objeto punzante en el cuello. Todo ocurrió en la vivienda. Con ayuda del hermano de 13 años, envolvieron el cadáver y lo trasladaron al garaje. La mujer presentaba evidentes signos de violencia. "Conocida en Castro y además catequista. Los chavales se van a arrepentir toda la vida", ha señalado un vecino.

Metieron el cuerpo en el coche familiar y lo pusieron en el asiento trasero. Estaba atada, pretendían simular un secuestro del que ellos habrían escapado. De hecho, eso es lo que le contaron a su abuela, cuando horas después les llamó alertada porque no localizaba a Silvia. La abuela avisó a la Guardia Civil, localizaron al padre, que estaba trabajando, y comenzaron los controles para localizar a los menores.

Los agentes les encontraron a un kilómetro, en un parque donde la policía sigue buscando el arma del crimen. Se trata de una zona alejada del núcleo urbano de Castro Urdiales. El mayor de los hermanos intentó escapar, dándose a la fuga, pero fue interceptado. Mientras, el menor se quedó quieto y contó lo que había pasado. En las últimas horas se ha encontrado ropa con sangre en un contenedor al lado de la vivienda familiar. Los agentes analizan las pruebas recabadas.

El entorno estudiantil de los dos supuestos agresores habla de buenos estudiantes, que no daban problemas, con excelentes resultados académicos. No eran una familia conflictiva y la familia era muy conocida, porque la fallecida era catequista. Sin embargo, los investigadores han recabado información de que el mayor de los dos hermanos, había cambiado su comportamiento en los últimos tiempo y estaba dando problemas.

Ahora un equipo psicosocial de la Fiscalía de Cantabria evaluará las circunstancias familiares, psicológicas y educativas del mayor de los hermanos investigados en relación con la muerte de su madre, en tanto que el Ministerio Público tendrá que decidir si pide una medida cautelar, que se somete al juez de Menores.

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