En Caneto, un pequeño pueblo de Huesca, los padres han tenido que ejercer como docentes durante los dos últimos meses ante el cierre de la escuela. Compaginando sus trabajos con su labor en las aulas, han conseguido que los pequeños siguiesen aprendiendo a pesar de los problemas administrativos.
Los niños acudían desde 2019 a estas aulas, las cuales decidió cerrar el gobierno de Aragón por deficiencias administrativas. Desde ese momento Peña y el resto de padres del pueblo han mantenido viva la escuela de Caneto convirtiéndose en profesores de sus hijos, compaginando sus trabajos con con la gestión en el aula e incluso la limpieza de las mismas.
Las familias interpusieron hace dos semanas una demanda contra el cierre ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón y pidieron la reanudación cautelar de las clases, que se ha hecho efectiva.
Ahora, los niños, felices, han vuelto a sus aulas. A la espera de las resoluciones judiciales oportunas, los niños continúan jugando y despreocupados.
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