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Viajar en avión, a pesar de ser una de las formas más rápidas y eficientes de recorrer distancias en el mundo, no es algo que esté exento de todo tipo de imprevistos. Uno de los escenarios más comunes y frustrantes es la cancelación de un vuelo debido al mal tiempo.
La naturaleza impredecible de las condiciones climatológicas puede desembocar situaciones complejas, en las que los pasajeros se encuentran ciertamente desguarnecidos y en un momento de incertidumbre y descontento por la situación. Sin embargo, existen regulaciones y derechos específicos que protegen a los pasajeros en estas circunstancias.
En esta ocasión nos centraremos en los derechos de los pasajeros en la Unión Europea y Estados Unidos, el primero por ser nuestro territorio, y el segundo por ser un destino habitual, ofreciendo además una guía detallada sobre cómo actuar en caso de encontrarnos con una indeseada cancelación de vuelo por mal tiempo.
En la Unión Europea, los derechos de los pasajeros aéreos están regidos por el Reglamento Europeo Nº 261/2004. Bajo este reglamento, las condiciones climáticas extremas se consideran "circunstancias extraordinarias", eximiendo a las aerolíneas de la obligación de pagar una compensación a los pasajeros. Estas circunstancias son definidas como aquellas que no pueden ser controladas ni evitadas por la aerolínea, incluso si han tomado todas las medidas razonables para evitar el retraso o la cancelación.
Los pasajeros, sin embargo, aún pueden tener derecho a cierta asistencia. La aerolínea está obligada a ofrecer servicios básicos en el aeropuerto, como aperitivos y bebidas, y asistencia en términos de reprogramación de vuelos, alojamiento si es necesario, y medios de comunicación. Además, en ciertas circunstancias especiales, los pasajeros aún pueden recibir indemnización.
En Estados Unidos, los derechos de los pasajeros varían en función de si el vuelo se canceló o se retrasó. El Departamento de Transporte de EE. UU. establece que si un pasajero llega a su destino final con un retraso de 3 horas o más, puede tener derecho a una compensación económica, siempre y cuando el retraso no haya sido causado por circunstancias extraordinarias.
En caso de cancelación del vuelo, los pasajeros tienen derecho al reembolso del costo total por la parte del viaje no realizada o al cambio de ruta lo antes posible. También pueden tener derecho a comidas y refrigerios, alojamiento si es necesario, y a una compensación monetaria en ciertas circunstancias.
Es importante señalar que cada aerolínea en EE. UU. tiene sus propias políticas sobre vuelos retrasados o cancelados, y no existen requisitos federales uniformes en este ámbito. Para vuelos nacionales, las aerolíneas no están obligadas a compensar a los pasajeros por vuelos retrasados o cancelados debido a mal tiempo.
Por otra parte, si viajamos a otros continentes hay que tener en cuenta que las legislaciones locales y regionales pueden variar significativamente en lo que respecta a los derechos de los pasajeros. En algunos casos, los pasajeros pueden tener derecho a compensaciones adicionales, incluso cuando las condiciones meteorológicas son la causa de la cancelación. Es esencial consultar las normativas locales y las políticas específicas de la aerolínea para entender mejor los derechos y las opciones disponibles.