¿Qué botellas de plástico se pueden reutilizar?
Hay botellas de plástico que son seguras para su reutilización, pero no todas lo son
Lo podemos saber por el número dentro de un triángulo con flechas que todas las botellas deberían incluir en su base
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En un mundo que es cada vez más consciente del impacto ambiental de nuestros desechos cotidianos, la reutilización de materiales se ha convertido en una práctica esencial que forma parte del día a día de casi todos. Las botellas de plástico, en particular, son un punto clave en los esfuerzos de reciclaje y reutilización. Pero si queremos saber como darles una segunda vida, es importante conocer los distintos tipos de botellas de plástico y saber cuáles son seguros para su reutilización, con el objetivo de fomentar prácticas sostenibles y seguras.
Tipos de plásticos y su reutilización
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Las botellas de plástico están marcadas con números que identifican el tipo de plástico utilizado. Estos números, que normalmente se pueden encontrar impresionados en la base del recipiente dentro de un triángulo de flechas, son clave para determinar su seguridad y reutilización.
- PET (Número 1): Se trata de botellas de un solo uso, poco recomendadas para su reutilización ya que tienden a cumular microorganismos.
- HDPE (Número 2): Estas botellas sí que se puede reutilizar, y se trata del plástico utilizado en las botellas de leche, las garrafas y los detergentes. Además ofrecen una buena resistencia tanto al frío, como al calor.
- PVC (Número 3): Este tipo de plástico se utiliza en tubos, cables de ordenador e incluso en algunos tipos de ventanas. Sin embargo no es pato para el consumo si las botellas de plástico están marcadas con este número.
- LDPE (Número 4): Este plástico se utiliza en bolsas y botellas y es reconocido por su seguridad y durabilidad, lo que lo hace adecuado para reutilizar.
- PP (Número 5): Comúnmente usado en envases de alimentos y bebidas, es seguro para reutilizar.
- PS (Número 6): El poliestireno es uno de los peores tipos de plástico para ser usados en productos de alimentación. Es común en embalajes de espuma y es difícil de reciclar.
- PC (Número 7): En general no es recomendable, pero hay excepciones dentro de este grupo, ya que el tritán queda aquí englobado y es idóneo para botellas de agua reutilizables libres de BPA.
Los tipos de plástico más comunes son PET (Tereftalato de polietileno), HDPE (Polietileno de alta densidad), LDPE (Polietileno de baja densidad) y PP (Polipropileno), lo que no significa que sean los más seguros, por supuesto.
Botellas libres de BPA: El BPA es un químico que puede filtrarse a alimentos o bebidas. Las botellas que no contienen BPA son más seguras para la reutilización continuada.
Las botellas marcadas en su base con el correspondiente triángulo con los números 2, 4 o 5 son consideradas seguras para la salud y, por lo tanto, adecuadas para reutilizar. Por eliminación, las marcadas con los números 1,3,6 y 7 dentro de dicho triángulo deberían ser evitadas en todo lo relacionado al consumo humano o animal.
Consideraciones para la reutilización de botellas de plástico
Es vital realizar una limpieza adecuada de los envases para prevenir la proliferación de bacterias. Las botellas deben lavarse regularmente, preferentemente con agua caliente y jabón. Además, hay que tener en cuenta que el plástico puede degradarse con el tiempo, especialmente bajo exposición solar o altas temperaturas. Se debe inspeccionar regularmente las botellas en busca de grietas, decoloración o deformaciones.
Alternativas y soluciones sostenibles
Como alternativa a las botellas de plástico desechables, se pueden usar botellas reutilizables hechas de acero inoxidable, vidrio o plásticos seguros específicamente diseñados para múltiples usos. Además de la reutilización, el reciclaje de botellas de plástico que ya no son seguras para usar es crucial. Estos envases deben depositarse en el contenedor de reciclaje correspondiente, y estar lo más limpias posible para facilitar la tarea de reciclado de estos productos potencialmente peligrosos para la salud de nosotros mismos, pero también de nuestro planeta. Contribuir al ciclo de reciclaje es una responsabilidad ambiental que ayuda a reducir la huella de carbono.