Carmen Barba, de 76 años, nos abre las puertas de su soledad. “De repente te encuentras que no tienes a nadie con quien hablar”, la falta de contacto de con su familia e hijos es lo que peor lleva. Una soledad no elegida que con el paso de los años, “duele”.
José Manuel Jiménez es director del instituto Santalucía, responsable del “Informe sobre la solead no deseada en adultos mayores”, y asegura que “la soledad no deseada es un estado de aislamiento por causas ajenas a la voluntad del individuo y es un problema de salud pública”. El 93 por ciento de la población lo considera un problema social, “además de tener un impacto económico que se estima en más de 14000 millones de euros” asegura José Manuel Jiménez.
Supone un alto factor de riesgo para los mayores, porque estando solos “te da miedo que te duela algo, que te pase algo”. Ahí la labor de los voluntarios de la asociación “Amigos de los Mayores” o “grandes Amigos” es fundamental. Amparo Abad estuvo 6 años sin moverse de casa limitada por su enfermedad. “La soledad te da depresión” y ahora con la compañía de los voluntarios “te da alegría, alegría de vivir ”. Una compañía que, según José Angel Palacios, es recíproca porque ellos aprenden mucho de los mayores “y nos abren los ojos a nuestro propio envejecimiento”. Esta compañía consigue paliar y revertir la soledad a 9 de cada 10 de nuestros mayores.