En ocasiones teletrabajo y trabajo en remoto son usados como sinónimo y aunque en general son conceptos parecidos, lo cierto es que hay ciertas diferencias entre ellos. Ambos hacen referencia al trabajo en una ubicación diferente de la oficina, pero hay matices que conviene conocer antes de comprometerse con cualquiera de ellos.
Las opciones que nos permiten trabajar fuera de la oficina son cada vez mayores, por eso conviene saber qué tienen en común y en qué se diferencian, para poder saber los beneficios de unas y otras a la hora de escoger la que mejor se adapte a nuestras necesidades.
No son pocos los trabajos que pueden realizarse igual dentro que fuera de la oficina, contando con las herramientas adecuadas. Esto, sumado a la experiencia que la pandemia supuso en cuanto al trabajo en remoto, es un gran paso adelante para muchos trabajadores, que ven cómo estas opciones les permiten agilizar muchos trámites, así como ahorrar mucho tiempo de desplazamiento a la oficina.
Entendemos teletrabajo como un modelo laboral en el que el trabajador realiza sus funciones desde su casa o desde otro emplazamiento, aunque no se considera teletrabajo si un día nos quedamos a trabajar desde casa por enfermedad, por ejemplo, ya que el teletrabajo debe formar parte del convenio entre empleador y empleado.
El teletrabajador emplea la tecnología para realizar sus funciones, lo que facilita la comunicación entre las partes sin necesidad de encontrarse en el mismo espacio físico.
Esto es un punto que tiene en común con el trabajo en remoto, que también permite realizar las labores desde cualquier punto que no sea la oficina. En algunos casos es necesario acudir a ella para alguna reunión, pero no es raro que los trabajadores en remoto se encuentren en otra ciudad o país, o incluso viajando de uno a otro.
En lugar de acudir a la oficina, el trabajador en remoto podrá hacer sus labores desde donde él quiera, ya sea una cafetería, un coworking o un aeropuerto.
Una de las diferencias más importantes es que, mientras que en el teletrabajo se espera que se respeten los horarios que serían los de la oficina, aunque se trabaje desde casa, el trabajo en remoto no suele estar sujeto a estas normas, no tienen por qué tener un horario continuado o que corresponda con el de la oficina. Es el caso de algunos autónomos, cuyo trabajo es flexible con horarios y localizaciones.
No todo son ventajas con el trabajo fuera de la oficina, también cuenta con ciertos puntos en contra, como la soledad que conlleva y la dificultad que supone solucionar algunos problemas o dudas que en persona se solucionarían en segundos. No obstante, para muchos trabajadores, esta es una estupenda manera de mantener la productividad sin tener que desplazarse hasta la oficina.
Cada vez más empresas están proponiendo sistemas mixtos, que compaginan unos días de trabajo en oficina con otros de teletrabajo, para que tanto empleado como empleador se sientan cómodos y felices con la manera de trabajar.