Estupor entres los vecinos de Morata de Tajuña tras la muerte de Amelia, Ángeles y Pepe, asesinados y quemados presuntamente por prestamistas peligrosos a los que debían dinero. Habían caído en una estafa del amor de dos presuntos militares de Afganistán y la espiral de deudas acabó de la peor forma.
"No se merecían una muerte así, es desolador", dicen los vecinos que reconocen que los tres hermanos eran muy conocidos en el pueblo. Los vecinos les habían avisado que sus supuestos novios, esos que le pedían dinero a cambio de una herencia de siete millones de dólares. Eran estafadores, es decían, pero las hermanas tenían una fe ciega en ellos.
Acabaron arruinadas, tuvieron que vender propiedades. Durante ocho años estuvieron pagando a sus estafadores. Era tal su desesperación que eran capaces de llamar por teléfono a los vecinos para dar un pésame y acabar pidiendo miles de euros.
Los hechos aún están por esclarecerse del todo, pero la Guardia Civil ha encontrado un arma simulada en la escena del crimen de Morata de Tajuña. Al parecer, los agentes de la Benemérita han informado de que se trata de una pistola de fogueo que se encontraba en el domicilio de los tres hermanos que han sido encontrados muertos en extrañas circunstancias.
Los investigadores creen que podrían haber pedido dinero a la persona equivocada, que ha querido liquidar la deuda acabando con sus vidas. De hecho, los vecinos hablan de que hace un tiempo un hombre acudió con un machete a su casa a exigirles que les devolvieran dinero.
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