Amelia, Ángeles y Pepe G. A., los tres hermanos de entre 68 y 72 años que han sido hallados muertos en su casa de Morata de Tajuña (Comunidad de Madrid) y que habrían sido asesinados, al presentar sus cuerpos evidentes signos de violencia, además de quemaduras, afrontaban una situación económica muy complicada desde hace años por una presunta estafa. En un principio se pensó que los hermanos se podrían haber quitado la vida de forma conjunta por las deudas que acumulaban, pero la forma en la que han sido localizados sus cuerpos, apilados, hace que la hipótesis de un ajuste de cuentas gane peso.
Amelia y Ángeles, que residían junto a su hermano Pepe en la misma vivienda de Morata de Tajuña, eran víctimas de una estafa amorosa desde al menos siete años que ha derivado en un desenlace fatal, según ha podido saber Informativos Telecinco. Las hermanas conocieron a través de Facebook a dos supuestos hombres que se hicieron pasar por sus novios. Estos individuos afirmaban estar relacionados con el ámbito militar y residir en Afganistán.
Consternación por lo ocurrido en Morata de Tajuña:
En un momento dado, el supuesto novio de Amelia, Edward, les comunicó que el novio de Ángeles había fallecido y que para cobrar su herencia necesitaba dinero para hacer varios trámites, por lo que la hermana pequeña comenzó a enviar dinero a la cuenta de esta persona de forma regular.
Ellas estaban convencidas de que su romance era real, pero acabaron arruinadas. Amelia trabajaba en un anticuario y Ángeles ejerció de profesora, antes de jubilarse. Pepe, que tenía discapacidad, vivía con ellas. Los tres recibían una pensión mensual de unos 3.000 euros y las dos mujeres enviaban todo su dinero a las direcciones que sus presuntos novios les indicaban.
Varios informes apuntan a que les habrían robado alrededor de 350.000 euros. Las hermanas habrían vendido el piso de su infancia en Ciudad Lineal, heredado de sus padres, para dárselo a los estafadores. Contaban también con un piso en un municipio de playa, pero acabaron pidiendo ayuda y préstamos a sus amigos del pueblo y otras personas. Por esta razón, perdieron el contacto con mucha gente. Algunos les advirtieron de que eran víctimas de un delito, pero hicieron caso omiso.
Los tres fallecidos eran originarios de Ciudad Real, pero residían desde hace décadas en Morata de Tajuña. Eran conocidos por haber participado en numerosas ocasiones en actividades culturales y sociales del municipio. Todos los vecinos esperan las novedades del juzgado encargado del caso y la Guardia Civil, que continúa investigando lo ocurrido. Los cuerpos serán sometidos a las correspondientes autopsias previsiblemente este viernes en el Instituto de Medicina Legal de Valdebebas para conocer las causas concretas de los fallecimientos. La localidad ha decretado tres días de luto oficial.
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