Un oficial de la Policía Local de Benidorm que estaba fuera de servicio salvó a un niño de dos años de morir atragantado por un caramelo durante la cabalgata de Reyes en la localidad alicantina.
Luis Manuel Roselló Serrano se encontraba con su familia en el desfile cuando escuchó los gritos de varias personas a su lado por el atragantamiento de un bebé.
Luis Manuel actuó por instinto para salvar al pequeño de año y medio de edad y ayudarle a extraer el caramelo que le bloqueaba las vías respiratorias, pero tuvo que forcejear con el padre del menor para hacerle entender que era necesario realizar la maniobra de Heimlich.
Finalmente, el niño expulsó el caramelo y sus progenitores lo trasladaron al hospital. El incidente se produjo sobre las 19.30 horas en la calle Ruzafa, a la altura del pasaje Rioja.
"Oí a toda mi parte derecha gritar y pensé que algo pasaba. De repente, al girarme vi que un hombre tenía en sus manos a un bebé queriéndole sacar algo de la boca con el dedo", comienza contando Luis Manuel.
"Entonces, directamente me dirigí hacia el y le dije que teníamos que hacerle la maniobra de Heimlich y que había que tumbarlo pero el señor no paraba de sujetarlo entonces empecé a forcejear con él hasta que de alguna forma pudo arrebatarle al niño y hacerle la maniobra como hay que hacerla. Tumbar al niño, levantarle la ropa, empezar a masajearle hasta que le di un golpe fuerte en la parte superior de la espalda y el niño tiró el caramelo vomitando encima", proseguía narrando.
Finalmente, el policía salvó la vida del niño: "La verdad es que fue una satisfacción verle vomitar el caramelo".
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