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Una menor de 12 años ha denunciado en Zaragoza que fue violada por un vecino de su abuela en el barrio de Valdefierro después de que éste se colase en su vivienda y la asaltase cuando se encontraba sola en el domicilio.
Según ha relatado en la denuncia, de la que se hace eco El Periódico de Aragón, los hechos se produjeron el pasado 1 de junio de 2022, cuando un hombre identificado por las siglas M.Z., de 48 años y oriundo de Marruecos, se coló en la vivienda de la abuela de la víctima y la forzó tras empujarla contra el sofá del salón.
De acuerdo al relato de los hechos, después de aprovechar el momento en que la abuela de la menor salió a pasear el perro quedándose ella sola, el varón se adentró en el domicilio, presuntamente la manoseó, la agarró de las manos y la penetró vaginalmente y llego a eyacular antes de marcharse de allí.
Tras estos hechos, según denunció ante los agentes de una comisaría de Delicias, la menor se dio una ducha y comprobó que sus genitales sangraban. Aunque durante mucho tiempo no contó nada de lo ocurrido, fue el pasado 29 de diciembre cuando decidió contárselo a su hermana mayor de edad con la condición de que no contase nada a sus padres. Sin embargo, el día de Año Nuevo toda la familia se encontró con el presunto violador y esta última, como recoge El Periódico de Aragón, “entró en cólera” al identificarlo.
Tras conocer lo ocurrido, los progenitores fueron con la menor a denunciarlo en comisaria, donde la adolescente aportó todos los detalles, revelando que al día siguiente a los hechos volvió a colarse en el domicilio de su abuela, aunque esa vez se marchó rápidamente porque ella reaccionó contra él.
Además, declaró que se había sentido observada y seguida por él ese mismo verano.
Tras la denuncia, la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón detuvo el martes al varón como presunto autor de un delito de agresión sexual con penetración, si bien quedó en libertad provisional tras pasar ayer a disposición judicial ante el Juzgado de Instrucción número 10 de Zaragoza, en funciones de guardia, de donde salió con una orden de alejamiento de 200 metros.
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