Unas 5.000 personas se encuentran concentradas desde el sábado, día antes de Nochevieja, en una fiesta clandestina o 'rave' en Fuente Álamo (16.000 habitantes) bajo la denominación 'big fucking party' ubicada en el circuito municipal de velocidad de esta localidad a 38 kilómetros de Murcia capital, y que sigue activa a través de una convocatoria hecha solamente a través de redes sociales. La Guardia Civil ha denunciado a 17 jóvenes por estar en posesión de drogas en los controles de acceso al circuito de velocidad de Fuente Álamo.
El año pasado la cita fue en Peza (Granada) donde acudieron cerca de 15.000 personas y, al igual que en aquella ocasión, la intención de los convocantes es que la fiesta ilegal se alargue algunos días más, incluso a la festividad de Reyes si las autoridades no lo impiden. La Delegación del Gobierno de Murcia ha activado un dispositivo de un centenar de agentes para evitar la expansión de la fiesta.
Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Fuente Álamo vigilan el entorno de la fiesta clandestina, en la que todavía no se ha registrado ningún incidente a excepción de una denuncia a la Ley de Seguridad Vial y la detención de un varón de nacionalidad brasileña por tráfico de drogas. Las autoridades le han incautado 90 dosis de LSD cartón y 4,1 gramos de LSD líquido, que es la droga típica en las 'rave'.
El objetivo de las Fuerzas de Seguridad es evitar la expansión de la fiesta bloqueando el acceso a nuevos participantes, tal y como lo ha comunicado la Delegación del Gobierno. El resultado ha sido la salida de alrededor de 200 vehículos y el establecimiento de una medida de no retorno que impide el acceso nuevamente a los que han abandonado el recinto. Todos los que abandonan la zona son sometidos a controles de alcoholemia y de drogas para evitar que se pongan al volante si no están en debidas condiciones. Hasta ahora, hay 12 denuncias por test de drogas y otras tres por otras causas.
Decenas de turismos venidos de toda España, furgonetas, coches caravana, tiendas de campaña e incluso pequeños camiones acondicionados se agolpan en los arcenes de la pista de velocidad en este paisaje semidesértico del sur de la Región de Murcia.
El ambiente es festivo, con música en cada rincón y un gran escenario para los djs. Múltiples grupos de jóvenes recorren el circuito durante el día en esta zona apartada del casco urbano del pueblo. Las 'raves' son fiestas ilegales que se celebran en infraestructuras abandonadas o al aire libre que se caracterizan por su larga duración y la música electrónica, tanto tecno, como trance o house.
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