No es la primera vez que asistimos a un hecho similar como el vivido en Ferraz en los últimos meses. Acciones parecidas al apaleamiento a un muñeco de Pedro Sánchez las hemos visto también con la figura del Rey o con la de otros políticos. De la falta de respeto no hay duda pero, la pregunta es si el código penal los contempla o no como delito de incitación al odio.
Son episodios que venimos viendo los últimos años. Recientemente el muñeco ahorcado que representaba al rey Felipe VI en la universidad Complutense, el ensañamiento y fusilamiento de otro monigote de Carles Puigdemont en unas fiestas populares o la foto de Juventudes Socialistas tras un espectáculo en el que se guillotinaba a Mariano Rajoy.
La falta de respeto y el mal gusto se repite en todos esos hechos pero, ¿se trata de delitos de incitación al odio? Borja Mapelli, Catedrático emérito de Derecho, es claro al respecto: "Le contesto con toda rotundidad: Aquí no hay ningún tipo de responsabilidad penal. Es una forma de mejor o peor gusto pero que no tiene nada que ver con el derecho penal", recuerda.
Conductas así nunca han recibido castigo penal. Este tipo delictivo está pensando para proteger a colectivos especialmente vulnerables. Ahí tiene un mayor encaje el caso Vinicius, el jugador del Real Madrid vejado por su color de piel, en una causa que cuenta con 3 investigados. En este debate sobre la libertad de expresión los socialistas, este pasado diciembre, aceptaron tramitar la despenalización de las injurias a la Corona.