Durante las fiestas navideñas, un porcentaje considerable de los españoles admite desperdiciar más comida en comparación con otras épocas del año. Según Unilever y el Ministerio de Agricultura, alrededor del 26% de los españoles desperdicia comida durante estas festividades. Estudios como los de Too Good To Go y Deloitte también revelan que el desperdicio alimentario es una preocupación creciente, con casi la mitad de los encuestados (un nada despreciable 43%) adquiriendo alimentos que no les gustan solo porque son típicos de la temporada. Tanto es así que se considera que entre el 10 y el 20% de la comida que compramos por estas fechas acaba en la basura, lo que implica un desperdicio mayúsculo.
Causas del aumento del desperdicio alimentario en Navidad
Compras impulsadas por la tradición: Muchos consumidores compran alimentos típicos navideños, como turrones y polvorones, a pesar de que no les gustan demasiado, solo para cumplir con la tradición.
Mala planificación y exceso de compras: Un porcentaje significativo de personas admite comprar más comida de la necesaria para ofrecer variedad en la mesa, lo que acaba desembocando en excedentes de comida tras los opíparos menús navideños.
Incapacidad para calcular las cantidades adecuadas: Muchos no saben calcular bien las cantidades necesarias para cocinar, preparando más comida de la que realmente se necesita.
Desinterés en guardar o reutilizar sobras: Un porcentaje de la población considera que no vale la pena guardar lo que sobra o no sabe qué hacer con las sobras navideñas.
Estrategias para reducir el desperdicio alimentario en Navidad
Para contrarrestar este problema, se pueden adoptar varias estrategias, que también se pueden consultar en una guía práctica realizada por Unilever para ayudarnos en nuestra tarea de reducir el consumo excesivo:
Planificación y cocina preventiva: Calcular exactamente cuánta comida se necesita y adaptar las recetas en consecuencia. Hacer una lista de la compra meditada y exhaustiva es crucial.
Compra de alimentos de manera consciente: Incluir en la lista de compras solo lo necesario, evitando adquirir alimentos impulsivamente o por tradición.
Reutilización de sobras: Buscar recetas que permitan aprovechar las sobras, como transformar restos de carne en croquetas o las frutas en compota.
Apoyo a iniciativas contra el desperdicio: Utilizar aplicaciones móviles como Too Good To Go, Encantado de Comerte o Soy comida perfecta, que ofrecen ofertas de alimentos a precios reducidos.
Compostaje y reciclaje de alimentos: Si es posible, compostar los restos orgánicos o utilizar contenedores específicos para restos orgánicos proporcionados por los ayuntamientos.
Todo esto pone de manifiesto la necesidad de un cambio en las actitudes y prácticas de consumo durante la Navidad, enfatizando la importancia de la conciencia ambiental y la gestión responsable de los alimentos. A través de una planificación cuidadosa y un enfoque más consciente, es posible disfrutar de las festividades navideñas sin incurrir en un despilfarro excesivo y dañino.