Las matrículas, tal y como las conocemos, tienen las horas contadas. No se trata de un capricho de la Dirección General de Tráfico (DGT), sino de una decisión para evitar que se agote la generación de combinaciones válidas. Desde el año 2000 las matrículas funcionan como una serie de cuatro números al que le siguen tres letras. Se espera que a finales de este año se llegue a la combinación MLB, pero las probabilidades de jugar con esas letras no son infinitas. De ahí la necesidad de plantear una alternativa que todo parece indicar que se implementará a partir de 2024.
Las matrículas de la DGT conforman el sistema de registro de todos los vehículos que circulan en el país, práctica que se lleva a cabo desde 1900 y que se ha ido adaptando a los estándares de Europa y a los avances a nivel tecnológico. El actual formato alfanumérico presenta ciertas limitaciones, ya que solo admite 92 millones de combinaciones. Y esto a pesar de que ya se había establecido que este sistema permitiría su buen funcionamiento por al menos 20 años sin requerir ningún tipo de modificación. Según la DGT, se consume aproximadamente una vocal a la semana, a pesar de que estas no aparezcan en las matrículas, por lo está previsto que en 2053 se lleguen a agotar esas combinaciones. De ahí la necesidad de acometer un proceso de cambio que se hará gradualmente.
En este contexto, la DGT está considerando diferentes tipos de adaptaciones para, así, ampliar significativamente las combinaciones disponibles. En su momento se excluyeron las letras A, CH, E, I, LL, N, O, Q y U con el objetivo de evitar secuencias inapropiadas. Una de esas alternativas consiste en incorporar algunas de las letras que, en un principio, se habían restringido. Otra de las opciones que se plantea con más fuerza es incluir un quinto número en lugar de los cuatro números actuales y, adicionalmente, incluir una letra más. Es decir, las nuevas matrículas incluirían cinco números y cuatro letras. Considerando que la venta de coches es exponencial, se cree que la DGT planteará y aplicará este tipo de cambios de forma inminente en el próximo año.
La matrícula es obligatoria en las carreteras españolas y se fabrica mediante una placa de aluminio o metacrilato de 52 centímetros de largo y 11 centímetros de ancho, además de la combinación de números y letras relacionadas que son asignadas por la DGT. También se caracterizan por presentar distintos colores dependiendo del vehículo y su utilización. Si antes los fondos eran en blanco con letras negras, desde 2000 se añadió una franja azul que representa el símbolo de la UE y la E de España.
Cada color que hay en el fondo de las matrículas corresponde a un uso diferente. Las matrículas azules son las destinadas a los organismos internacionales, taxis y VTC; las verdes a los vehículos consulares y a coches extranjeros esperando a matrículas definitivas. Las rojas están reservadas para los coches diplomáticos y algunos casos de carácter temporal, estando las amarillas asignadas a las motos y a los vehículos de los técnicos que estén adscritos al servicio diplomático.