¿A qué temperatura debe estar la calefacción mientras duermes?

La temperatura a la que mantenemos la calefacción durante la noche es crucial tanto para tener un sueño de buena calidad, como para obtener cierta la eficiencia energética en nuestro hogar. Encontrar el equilibrio adecuado puede ser un desafío, ya que intervienen factores como las preferencias personales, la salud y el coste del consumo energético que realizamos al tener la calefacción encendida. Sin embargo, sí que se puede decir que hay una temperatura ideal para la calefacción nocturna, en base a distintas investigaciones y consejos de expertos en el tema de salud y energía.

La importancia de dormir con la temperatura correcta

Diversos estudios han mostrado que la temperatura ambiente juega un papel significativo en la calidad del sueño, sobre todo en la fase REM. Intentar descansar en una habitación que está demasiado caliente o demasiado fría puede perjudicar al sueño y con ello afectar a nuestra salud general.

Por tanto, que claro que la temperatura adecuada no solo es esencial para un sueño reparador, sino también para evitar problemas de salud como pueden ser la sequedad de las vías respiratorias o el agravamiento de determinadas condiciones como sería el caso del asma.

Recomendaciones de temperatura para la noche

Los expertos están de acuerdo en recomendar mantener la temperatura de nuestra casa entre los 19 y 21 grados Celsius (según la propia OCU), mientras que la temperatura en nuestro dormitorio debería ser de entre 15 y 17 grados durante la noche. Esta gama es considerada ideal para la mayoría de las personas, proporcionando un equilibrio entre comodidad y eficiencia energética. Tanto es así que el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) recomienda mantener la calefacción apagada durante la noche.

Por supuesto,  cabe destacar que la temperatura ideal puede variar de persona a persona. Habiendo distintos factores que deben ser tenidos en consideración, como la edad, la salud, y las preferencias personales pueden influir en la temperatura de confort. De hecho un reciente estudio afirma que la temperatura óptima para dormir oscila entre los 20 y 25 grados, con lo que se puede decir que no hay unanimidad en este asunto.

Ajustar la calefacción a una temperatura más baja durante la noche puede contribuir significativamente al ahorro energético, reduciendo los costos de calefacción y la huella de carbono.

Usando la calefacción de forma eficiente

En primer lugar es importante hacer uso de termostatos programables o inteligentes que, a la postre, se convierten en herramientas tremendamente útiles para regular la temperatura de forma eficiente. Pueden ajustarse para reducir la calefacción automáticamente durante las horas de sueño y volver a una temperatura más cálida antes de despertar.

Otras apreciaciones que nos pueden ayudar a mantener la temperatura en el dormitorio de forma eficiente podría ser usar ropa de cama adecuada para mantener el confort sin necesidad de sobre calentar la habitación. De la misma manera, también es importante mantener una buena ventilación para asegurar la calidad del aire.

En definitiva, mantener la calefacción a una temperatura adecuada durante la noche es esencial para un sueño reparador y, de paso, para la eficiencia energética. Personalizar la temperatura según nuestras necesidades individuales y hacer uso de tecnologías como termostatos programables pueden ayudarnos a maximizar el confort y minimizar el gasto energético. Recordemos que un pequeño ajuste en la calefacción no solo beneficia nuestro bienestar, sino que también contribuye al cuidado del medio ambiente.