La defensora de Óscar S.M., principal sospechoso en la muerte de Esther López, ha pedido medidas de protección ante la nueva declaración que va a realizar este viernes en la sede judicial. “A la vista de la repercusión mediática del procedimiento”, la letrada ha pedido al juzgado que se desarrolle con las “debidas garantías” para el declarante. Según el último informe de la Guardia Civil, Esther -que estuvo 23 días en la curva- fue atropellada y abandonada en una cuneta.
El Juzgado de Instrucción número cinco de Valladolid ha pedido volver a interrogar a Óscar S.M. tras recibir el atestado de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Se trata de un informe que avala la hipótesis de que el principal sospechoso realizó el crimen fruto de un “arrebato en caliente” tras una discusión de origen desconocido.
La abogada de Óscar S.M. ha solicitado las medidas oportunas ante la declaración del principal sospechoso este viernes. Una petición que ha sido estimada por la instructora que, a través de una providencia, ha librado oficio a la Policía Nacional para que se adopten medidas de seguridad. El principal sospechoso ha asegurado, durante los últimos meses, distintos actos de sabotaje en su negocio y acoso tanto a él como a su familia.
La decisión del Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid, que investiga el caso de Esther López, se ha producido al día siguiente de recibir el atestado de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Así, han acordado sobreseer las actuaciones contra las otras dos personas que figuraban como investigadas: Ramón G. y Carlos Lucio G.D (conocido como ‘Carolo’).
El último atestado de la Unidad Central Operativa (UCO) y la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Valladolid corrobora la hipótesis de la autoría del crimen de Óscar P.M., fruto de un “arrebato en caliente” tras una discusión de origen desconocido. En ese informe, se reitera que la causa de la muerte fue el atropello, por un Volkswagen T-Roc, a velocidad media o baja cuando la víctima estaba de espaldas, con la mezcla de otros factores como la intoxicación etílica, el consumo de cocaína y la hipotermia.
En el documento, subrayan que la víctima no murió en el acto sino que podía haber sobrevivido si hubiese recibido cuidados paliativos, "con lo que pudo vulnerarse su derecho a la atención personal y asistencia sanitaria paliativa". "En definitiva, Esther quedó como consecuencia del atropello sin posibilidades de defensa, desamparada a merced de su agresor, imposibilitada de obtener ayuda de terceras personas y sin capacidad real de oponerse".
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