Las autoridades brasileñas continúan investigando las circunstancias que rodean a la muerte del chef español David Peregrina, asesinado a tiros junto a su mujer en el restaurante de Brasil que regentaban, situado a la orilla de un río cerca de Porto Seguro, en el estado de Bahía. Con muchas incógnitas todavía por resolver, los amigos del chef creen que el proyecto que tenía pensado, de construir un hotel, chocó directamente con los intereses de los narcotraficantes de la zona.
En declaraciones recogidas por el diario brasileño O Globo, concretamente explican que la pareja estaba muy ilusionada con esa iniciativa, y hace aproximadamente seis meses pusieron a la venta cinco lotes de terreno de 20.000 metros cuadrado cada uno por un valor de dos millones de reales brasileños, lo que al cambio serían unos 373.222 euros.
Además, también estaban pidiendo préstamos y habían conseguido ayuda de un organismo oficial brasileño que asesora a pequeñas y medianas empresas en ese sueño de construir el hotel.
Su idea era construir una serie de alojamientos turísticos para dotar a sus visitantes de una experiencia especial en el lugar, más allá de la actividad gastronómica que les planteaban hasta ahora con su restaurante, donde el chef español, de 53 años, junto a su esposa, de 38, se ganaba la vida tras huir de España.
“Quería olvidarlo todo. Dijo: ‘Todo será diferente. Estoy muy feliz con Érika. Tengo un proyecto de hotel. Con esto viviremos mejor”, relata un amigo en declaraciones a O Globo, contando lo que el chef le dijo y manifestando, a ese respecto, que sabía del pasado de Peregrina y sus problemas con la Justicia en España, pese a que nunca le preguntó específicamente por ello.
El chef mallorquín huyó desde Mallorca a Sudamérica tras haber cometido distintos delitos en el territorio español, entre ellos una macroestafa de falsas hipotecas a través de la cual llegó a defraudar cerca de dos millones de euros a Caixa Rural.
Fue a principios de la década de los 2.000, durante el boom inmobiliario, cuando trabajó como director de una sucursal de Caixa Rural en Palma de Mallorca y desde dentro comenzó con el entramado a gran escala en un caso conocido como el de las 'hipotecas fantasma'.
No fue esa la única estafa. También fue sentenciado a dos años y nueve meses de prisión por estafar más de 200.000 euros a un restaurante del Paseo Marítimo de Mallorca en el que trabajaba. Fue en 2010, cuando era gerente del local.
Cuando tenía que cuadrar la caja, anotaba como ventas por tarjeta de crédito aquellas que se realizaban en efectivo en metálico, lo que provocaba un desfase. Así estafó 208.382,77 euros.
Peregrina reconoció los hechos ante la Audiencia Provincial en marzo de 2012 y se declaró culpable de un delito de falsedad continuada en documento mercantil y otro continuado de apropiación indebida. El chef español aceptó condena de dos años y nueve meses de prisión y se comprometió a devolver el dinero que se había quedado.
Tras ello, fue aprovechando un permiso del CIS (Centro de Inserción Social) de la cárcel de Palma para huir de España en marzo de 2015, año desde el cual estaba en busca y captura, como informa Última Hora.
En Brasil encontró su destino para empezar una nueva vida, estableciéndose en Porto Seguro, donde se convirtió en dueño del restaurante Ilha dos Ribeirinhos y arrancó un nuevo proyecto presumiblemente utilizando parte del dinero que se había embolsado.
Allí, con Erica Da Silva, su mujer, tuvo un hijo, y ahora estaba pensando en embarcarse en un nuevo proyecto con la construcción del hotel. Sus planes no obstante, se vieron frustrados repentinamente el 24 de noviembre, cuando el chef y su esposa fueron asesinados por circunstancias que se investigan. El asesino, o los asesinos, no se llevaron nada; no robaron nada. Las primeras hipótesis parecen indicar que fueron expresamente a matarlos.
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