Salir de casa, ir a comprar, viajar en transporte público o acudir a una zona de ocio, son algunos de los planes habituales a los que se tienen que enfrentar las personas con discapacidad día tras día. Debido a los impedimentos y dificultades que la sociedad les ponen en su camino, personas ciegas, con sordera, con movilidad reducida o con cualquier otra afección ven obstaculizada su rutina. Por eso, el 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una jornada en la que ellos mismos y su círculo más cercano ponen sobre la mesa los problemas con los que tienen que luchar a diario.

Un claro ejemplo ha sido el denunciado por Salma Reus, una joven melillense estudiante de filología hispánica que ha querido compartir con sus seguidores de las redes sociales el último problema que se ha encontrado al regalarle a una amiga suya unas entradas para un concierto.

Su amiga, Adriana, es una joven con discapacidad que se tiene que mover en silla de ruedas y que es una fiel seguidora de la cantante Marta Soto. Por eso, Salma Reus decidió regalarle a su amiga unas entradas para acudir a Madrid el próximo viernes 15 de diciembre y así disfrutar de la música en directo de Marta Soto.

Adriana recibía su regalo completamente llena de emoción y alegría, ya que su amiga había hecho posible uno de sus sueños: poder ver a Marta Soto en concierto. Sin embargo, la ilusión de Adriana y de Salma se truncaría cuando preguntaron al equipo de la intérprete si la sala en la que se celebraría el evento era accesible para personas con movilidad reducida.

La solución que les daban era bajar a Adriana a pulso entre el personal de seguridad y el personal de la sala ya que el local cuenta con varios escalones. "No puedo poner en riesgo a mi amiga, se puede caer si la bajan a pulso y lo más peligroso, si no están acondicionadas las salidas de emergencia y hay una emergencia ¿Qué hacemos?", preguntó Salma al equipo de la artista de Punta Umbría. Entendiendo la explicación que les dio la melillense, desde la organización les facilitaron todas las posibilidades para recibir la devolución de las entradas si no querían acceder al recinto de esta forma.

Cansadas e indignadas con los problemas que se encuentran día a día solo por el hecho de tener que ir en silla de ruedas, Salma ha querido compartir la historia de su amiga Adriana en las redes sociales.

Desde 'Informativos Telecinco' hemos tenido la oportunidad de hablar con esta joven estudiante de filología hispánica que ha asegurado que no quiere centrar su denuncia en este caso sino mostrar todos los problemas que tienen que afrontar diariamente las personas con discapacidad.

Ella misma ha recalcado que no es lo mismo que una persona pueda entrar a un recinto en silla de ruedas a que ese mismo recinto sea accesible para personas con movilidad reducida. La principal diferencia es que, si no es accesible, la seguridad de la persona en silla de ruedas puede verse en peligro a la hora de surgir algún accidente o imprevisto como un incendio.

"Nosotras no queremos nada en contra de la sala en concreto. Queremos dar voz al problema que pasa en muchas salas de Madrid y de España. Ha sido esta sala, igual que podría haber sido muchas otras", comenta Salma a 'Informativos Telecinco'.

En la denuncia expuesta y publicada en sus redes sociales, Salma vuelve a hacer hincapié en que el problema está en que los lugares de ocio deberían estar adaptados para todos: "Siento rabia, impotencia y tristeza, pero no me pienso quedar callada y Adriana tampoco. Pienso mover cielo y tierra para que, aunque nosotras no podamos ir a este concierto, NADIE después de nosotras tenga que quedarse sin ir. Estamos cansadas de tener que mirar SIEMPRE si las salas están adaptadas y por una vez que se nos olvida NO VAMOS A PODER ENTRAR".

Por su parte, la Sala Copérnico de Madrid, recinto donde se va a celebrar el concierto de Marta Soto el próximo 15 de diciembre, también ha dado su versión de los hechos a la web de 'Informativos'.

Tras preguntarles sobre este tema, el local de eventos ha querido dejar claro que no tenían constancia de este caso en particular y, también, han recalcado que "cada semana" entran personas con sillas de ruedas a sus instalaciones.