Los dos tripulantes fallecidos esta madrugada tras embarrancar su velero en el Port de la Selva (Girona) y caer al agua son dos amigos de entre 70 y 80 años y de nacionalidad francesa.
Los investigadores de Policía Judicial de la Guardia Civil que se han hecho cargo de la investigación del caso barajan inicialmente como principal hipótesis del suceso que, debido al fuerte viento de tramontana que soplaba en la zona, los navegantes perdieron el control del velero, que acabó chocando contra las rocas de Cap de Bol.
Según fuentes de la investigación, los dos hombres activaron la señal de socorro en su barco sobre las 00:40 horas de este viernes, esta llegó al MRCC La Garde (el homólogo de Salvamento Marítimo en Francia), que remitió el aviso al organismo español.
Precisamente, debido a este fuerte temporal, la Salvamar Alnilam y las embarcaciones de Protección Civil del Port de la Selva no pudieron hacerse a la mar para llegar hasta la embarcación accidentada. Los bomberos de la Generalitat del parque de Llançà se pusieron los trajes de neopreno y desde las rocas pudieron sacar los cuerpos de los dos tripulantes cuando estaban flotando en el agua.
Tras trasladarlos a las rocas más cercanas, el Helimer, el helicóptero de Salvamento Marítimo, los llevó hasta una zona de la costa donde los sanitarios del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) intentaron reanimar a los dos hombres sin éxito. Hasta el lugar se desplazó la comitiva judicial que hizo el levantamiento de los cadáveres sobre las 05:30 horas.
Los cadáveres se han trasladado hasta el Instituto de Medicina Legal (IMLC) de Girona donde se les practicará la autopsia. El barco, de 13 metros de eslora, ha acabado hundiéndose y solo ha quedado fuera del agua parte del mástil.
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