Los peligros ocultos de morder un bolígrafo: de la contaminación bacteriana al ahogo
La higiene de los bolígrafos suele brillar por su ausencia, por lo que son una fuente de gérmenes
Morder un bolígrafo puede provocar heridas en la boca y un importante desgaste dental
¿Para qué sirve el agujero de los bolis BIC?
Ver a una persona mordiendo un bolígrafo o la tapa del mismo es una estampa tan habitual como perjudicial. Quien más y quien menos se ha llevado alguna vez este utensilio de escritura a la boca, especialmente en los días de colegio o instituto, cuando la mayor parte del tiempo la pasábamos con ellos en la mano.
Pues bien, esta costumbre que puede parecer tan banal, esconde una serie de peligros y riesgos que no conviene pasar por alto. Es más, si alguien tiene muy arraigado el hábito de morder el bolígrafo, ha de poner todo el ahínco posible para abandonarlo.
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Morder bolígrafos: terreno vedado
Los riesgos de juguetear con los bolígrafos y sus capuchones o tapas son muy diversos y algunos de ellos fáciles de deducir. A fin de cuentas, se trata de una herramienta que está en contacto continuo con las manos, que en ocasiones se presta a un compañero o que se deja sobre cualquier superficie.
- Contaminación bacteriana. Dicho lo anterior, el primero de los peligros de morder un bolígrafo es el de introducir gérmenes y bacterias de todo tipo en la boca, aumentando así el riesgo de infecciones. En este sentido, la falta de higiene en los bolígrafos puede ser especialmente problemática, puesto que nunca los solemos limpiar. Esto deja vía libre a numerosos agentes perniciosos que llegan directamente a nuestro organismo, con los riesgos que eso conlleva.
- Desgaste dental. Otro de los peligros de este hábito tan común es que se puede producir un desgaste dental significativo. Ni que decir tiene que los dientes no están diseñados para soportar la presión constante de morder objetos duros y esto puede llevar a una erosión del esmalte dental que con el tiempo puede provocar otros problemas dentales como sensibilidad, caries o incluso la necesidad de tratamientos dentales costosos. Cabe señalar también que aquellas personas que usen ortodoncia han de erradicar por completo la costumbre de morder bolígrafos.
- Problemas en la mandíbula. El tercero de los peligros es la aparición de problemas en la articulación temporomandibular (ATM), o lo que es lo mismo, un dolor en la mandíbula que llegue a dificultar abrir y cerrar la boca o masticar.
- Posibles lesiones en la boca. El jugueteo constante con el bolígrafo o con la tapadera de este en una zona blanda como el interior de la boca y los labios puede llevar a que se produzcan cortes o heridas que habrá que tratar con cuidado para que no se produzcan infecciones.
- Intoxicación. Atrás quedaron los tiempos en los que los materiales utilizados podían provocar algún tipo de intoxicación. Los plásticos actuales no son tóxicos, así como las tintas, pero aún así no conviene ingerir ésta en caso de que se rompa el bolígrafo.
- Ahogo. El principal riesgo de asfixia proviene de la posibilidad de tragarse el capuchón que tapa la punta de algunos bolígrafos. De hecho, morderlos mientras se escribe es un acto casi reflejo para algunas personas. Esto puede provocar un mal rato en caso de tragárselo involuntariamente, ya que podría provocar ahogo a pesar de que desde hace unos años los fabricantes deben realizar un agujero en dichos capuchones.