Indi Gregory, una bebé inglesa de ocho meses afectada por una patología mitocondrial considerada incurable, ha muerto tras ser desconectada del soporte vital este lunes de madrugada. Los padres de la niña, Dean Gregory y Claire Staniforth, llevaban meses luchando contra la decisión de los médicos y lograron, incluso, que el Gobierno de Italia le diese la nacionalidad de este país para ser trasladada. Sin embargo, el viernes, los tribunales de Reino Unido ordenaron la suspensión de los tratamientos en el hospital y el traslado de la menor a un centro de paliativos.
El caso recuerda al del menor Alfie Evans, desconectado en Liverpool contra la voluntad de sus padres, y al de Archie Battersbee, a quien el Tribunal de Derechos Europeo de Derechos Humanos ordenó desconectar de las máquinas de soporte vital del Royal London Hospital que le mantenían artificialmente con vida.
El sábado, previa autorización de los tribunales, la niña fue trasladada del Queen Medical Centre de Nottingham a un centro de paliativos, donde suspendieron el tratamiento de Indi Gregory porque era “inútil y doloroso”. A las 1:45 horas del lunes, la pequeña falleció, según confirmó Dean Gregory en declaraciones recogidas por 'Corriere della Serra'.
"Mi esposa Clare y yo estamos enfadados, desconsolados y avergonzados. El hospital Nottingham y los tribunales no sólo le han quitado la oportunidad de vivir una vida más larga, sino que también le han quitado la dignidad de morir en el hogar familiar al que pertenecía", dijo.
"Lograron quitarle el cuerpo y la dignidad a Indi, pero nunca podrán quitarle el alma. Sabía que ella era especial desde el día en que nació, intentaron deshacerse de ella sin que nadie lo supiera, pero Clare y yo nos aseguramos de que fuera recordada para siempre", expresó.
La niña nació el 24 de febrero de 2023 con con una enfermedad mitocondrial, una condición genética considerada incurable. Vivía permanentemente conectada a una máquina y no tenía posibilidad de recuperación, según los médicos del Queen Medical Centre de Nottingham, que afirmaban que sus células no producían suficiente energía y padecía mucho dolor, por lo que defendían que debían desconectarla.
Sin embargo, los padres de la niña no estaban de acuerdo e iniciaron una batalla legal ante el Tribunal Superior y luego ante el Tribunal de Apelaciones de Londres, que finalmente han perdido. El primero, dictaminó que limitar el tratamiento de la niña sería legal y lo mejor para la bebé; el segundo, rechazó que la pequeña fuese trasladada a su casa ya que determinó que debían desconectarla en un centro médico.
Dada la situación, el Gobierno de Italia concedió la semana pasada con carácter urgente la nacionalidad a la pequeña. El objetivo era que recibiese en el hospital pediátrico Bambino Gesù de Roma los cuidados que se le negaron en el Reino Unido, pero los jueces del Tribunal Superior de Londres negaron su traslado, calificando la intervención de los funcionarios consulares italianos como "totalmente equivocada", según 'The Guardian'.
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