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Desde que a mediados de los años 90 se inaugurara el primer carril VAO en España –concretamente en el tramo de entrada a Madrid de la A-6–, este tipo de vías ha sido una de las principales herramientas que la DGT ha utilizado para descongestionar el tráfico en las grandes ciudades.
La propia denominación indica su funcionalidad, ya que un carril VAO (en algunos sitios se denomina Bus-VAO porque por él transitan autobuses) es un carril para Vehículos de Alta Ocupación. De este modo, se trata de fomentar un uso compartido de automóviles que ayude a reducir los atascos de tráfico.
No han sido pocas las veces que han aparecido noticias mostrando las trampas que algunos conductores llevan a cabo para que las autoridades no detecten que viajan solos y, por lo tanto, tengan que enfrentarse a una multa por hacerlo –de 200 euros–. Desde maniquís hasta otro tipo de muñecos han sido utilizados para que fueran detectados como ocupantes humanos y así librarse tanto del odioso atasco de entrada a la ciudad como de la sanción que acabamos de apuntar. Sin embargo, sí que hay opciones para utilizar un carril VAO cuando se viaja solo en coche.
Antes de contestar a esta pregunta conviene saber que por estos carriles pueden circular diversos tipos de transportes, tales como motos, automóviles, furgonetas, vehículos mixtos adaptables, vehículos dedicados al transporte público y vehículos de mercancías de hasta 3.500 Kg.
En el caso de los automóviles, siempre deben estar ocupados por un mínimo de dos o tres personas, dependiendo de la ciudad y el carril, pero nunca puede viajar el conductor solo, salvo en dos escenarios:
Así pues, solo en estos dos casos, un coche puede circular con un único ocupante cuando el carril VAO está abierto para mejorar el acceso y salida de las grandes urbes.
Los carriles VAO o Bus-VAO no deben confundirse con los carriles “en sentido contrario al habitual” o con los “adicionales”. Todos ellos sirven para descongestionar la circulación, pero en el caso de estos dos últimos, los vehículos están sujetos a algunas normas determinadas para evitar accidentes, como es el caso de los límites de velocidad, los cuales se suelen situar entre los 60 km/h y los 80 km/h. En cambio, en el carril VAO, el límite es el mismo que el que haya en la vía donde esté situado. No obstante, tal y como apunta la DGT: “Las condiciones para utilizarlos pueden variar, ya que la autoridad que lo gestiona fija el número de carriles, su sentido, horario de uso y mínimo de pasajeros”.