Interrogan al entorno cercano del padre hallado muerto junto a su hijo en la sierra de Urbasa, en Navarra

Luto y dolor en Estella en el funeral por el pequeño Mateo, de siete años, asesinado presuntamente por su padre en la sierra de Urbasa, en Navarra. Los investigadores sospechan que se podría tratar de un caso de violencia vicaria, por lo que recaban testimonios de familiares y amigos para poder calificar judicialmente este suceso.

Los resultados de la autopsia preliminar

La autopsia preliminar hecha en el Instituto Navarro de Medicina Legal y Ciencias Forenses indica que Txetxo Apestegui Fernández, de 54 años, se arrojó al vacío abrazando a su hijo Mateo, de 7. Los cuerpos presentaban traumatismos compatibles con la caída, desde 200 metros de altura. El cadáver del niño mostraba menos lesiones, lo que indicaría que su caída habría sido amortiguada, posiblemente al ser envuelto por el cuerpo de su padre, según fuentes de la investigación.

La misma autopsia descarta la muerte por asfixia o por estrangulamiento y tampoco han hallado restos de sustancias tóxicas en ninguno de los cadáveres.

La búsqueda de padre e hijo

La búsqueda de padre e hijo se inició el lunes, después de que la madre de Mateo denunciase su desaparición del niño. Su exmarido no le había llevado al colegio por la mañana tras pasar con él el fin de semana dentro del régimen de visitas. Tampoco respondía al teléfono. La última vez que habló con él fue justo el día anterior, el 5 de noviembre, cuando llamaron para felicitarla porque era su cumpleaños.

La pareja estaba separada desde hace dos años y medio y no había denuncias, pero el padre había intentado suicidarse en otras ocasiones.

Alertado por estos intentos de quitarse la vida y tras la denuncia de la madre de Mateo, un familiar acudió inmediatamente al Balcón de Pilatos. Allí, encontró la furgoneta del padre con las puertas abiertas, las llaves puestas y los abrigos de padre e hijo, por lo que la búsqueda se centró en esta zona.

El martes por la mañana, un helicóptero de la Guardia Civil hallaba los cuerpos al final de un precipicio de 200 metros de difícil acceso. Dada la escarpada zona en que se encontraban, de muy difícil acceso, los agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña GREIM de Navarra trabajaron junto a los bomberos en el rescate de los cuerpos.

Los investigadores se centran ahora en interrogar a los amigos y familiares para poder calificar judicialmente este caso, que se encuentra bajo secreto de sumario.

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