Los vecinos de Estella se muestran conmocionados tras la noticia de la muerte de un padre y su hijo en el municipio de Navarra. El pueblo se ha concentrado en frente del Ayuntamiento, donde las banderas ya oscilaban a media asta tras haber declarado tres días de luto. “Queremos demostrar nuestro apoyo y solidaridad en este tipo de tragedias”, ha declarado María Ruiz de Alda, alcaldesa de la localidad. Las autoridades han descartado que ambos fallecimientos fuesen accidentales.

Rostros de dolor y tristeza han inundado la concentración de una familia muy conocida en el pueblo. “Estamos sorprendidos, nunca te esperas este tipo de tragedias”, “Difícil de asimilar” son algunos de los comentarios que se han escuchado entre el vecindario. La madre denunció la desaparición de su hijo Mateo cuando el colegio la avisó de que no había acudido a clase. Su última conversación con ellos fue el cinco de noviembre por su cumpleaños.

Aunque el caso está bajo secreto de sumario, ciertos detalles de la investigación muestran la posibilidad de que sus muertes no sean accidentales. Aún así, las autoridades analizan todos los escenarios posibles para esclarecer los hechos. Todo ocurrió cuando la madre de Mateo, el niño de siete años, recibió una llamada del colegio porque no había asistido a clase. La mujer, preocupada, llamó a la Guardia Civil para presentar una denuncia. La pareja llevaba casi tres años separada y no constaban denuncias por violencia de género, pero el hombre había intentado suicidarse en alguna ocasión.

Fue entonces cuando se desplegó un amplio dispositivo en la zona, sobre todo tras encontrar la furgoneta del progenitor con sus abrigos y las llaves puestas. Efectivos terrestres, perros, drones fueron involucrados en la búsqueda, que finalmente culminaría este martes a primera hora cuando un helicóptero de la Guardia Civil divisaba los cuerpos sin vida de ambos en el fondo del cortado de las montañas de la zona. Desde el Balcón de Pilatos, hay concretamente un corte de 200 metros de caída libre, y justo allí estaban padre e hijo. Tanto el rescate de los dos cadáveres como la inspección técnica del lugar fueron llevados a cabo por agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de Navarra.

Aunque la Guardia Civil sigue manejando todas las hipótesis, la investigación apunta a un posible caso de violencia vicaria, según recoge El Diario de Navarra. El padre del niño, que había tenido varios intentos de suicidio, había incumplido el régimen de visitas y no contestaba a sus llamadas de teléfono.

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