La madre de la bebé hallada muerta en un contenedor de basura en Porto Cristo y su tío se enfrentan a un delito de asesinato, ya que a falta de completar el proceso de la autopsia, creen que la niña nació con vida. La pequeña, de unas 28 semanas, aproximadamente, pesó 800 gramos y presentaba un traumatismo craneal.

Así se desprende del informe preliminar del forense, que deberá confirmarse con los resultados definitivos de la autopsia. Para saber si nació con vida es clave el análisis de los órganos, que ya han sido enviados al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Barcelona. Concretamente, el de los alvéolos, que probará si respiró o no antes de fallecer, según han indicado fuentes del Instituto de Medicina Legal de Palma al 'Diario de Mallorca'.

De confirmarse que la niña nació viva, su madre y su tío se enfrentan a cargos de asesinato. Ambos ingresaron en la cárcel el lunes, después de que la titular del juzgado de instrucción 3 de Manacor, Rosa Isern, dictase su ingreso en prisión comunicada y sin fianza tras tomarles declaración.

A la tía de la niña, hermana de la madre, también le tomó declaración por lo ocurrido. Esta quedó en libertad provisional con cargos: se le ha retirado el pasaporte y se le imponen comparecencias periódicas, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Baleares.

En principio, no habría más implicados en lo ocurrido ya que el padre biológico de la niña no estaba en la isla en el momento de los hechos y la pareja actual de la madre desconocía lo ocurrido.

Según los datos que maneja la Policía Nacional de Manacor sobre el caso, el jueves 2 de noviembre, la madre, encinta de 27 semanas, habría avisado a su hermana al encontrarse mal y esta, junto a su pareja, la recogieron en su domicilio de Porto Cristo para llevarla al hospital de Manacor en coche. Durante el trayecto, la mujer habría dado a luz. Por razones que se desconocen, los tres implicados decidieron arrojar a la bebé a un contenedor de residuos ubicado a 500 metros del hospital, según comunicó el lunes en rueda de prensa el jefe de la comisaría de Manacor, Gustavo Cervero.

Poco antes de las 18:00 horas, se alertó a Emergencias del hallazgo de la bebé en el contenedor, por lo que agentes de la Policía Nacional y Local se personaron. Una vez allí, trasladaron a la bebé hasta el hospital de Manacor para tratar de salvar su vida, al tiempo que se acordonaba la zona y se empezaban a recabar pruebas y testimonios.

Los investigadores revisaron cámaras de seguridad próximas con la referencia de la descripción del vehículo en la que se había trasladado a la neonata y buscaron también la colaboración de centros sanitarios donde la parturienta pudiera haber acudido. Esta última vía fue determinante para encontrar a la mujer, quien había recibido asistencia médica de una doctora que alertó de sus sospechas.

Poco antes de las 22 horas del viernes, la Policía localizó en su domicilio de Porto Cristo a la madre, la detuvo y avisó a una ambulancia para que la llevara al hospital, puesto que estaba aún convaleciente del parto prematuro sin atención sanitaria.

Al día siguiente fueron detenidos en Son Servera, donde residen, una hermana de la madre y su pareja, que fueron quienes la acompañaban en el vehículo en el que se produjo el alumbramiento, según los datos recopilados por los investigadores.

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