El mastín, el perro que atacó mortalmente a Arancha, no es raza peligrosa si no se siente amenazado
Sergio Roncero, adiestrador canino, explica que el mastín no es raza de perro considerada potencialmente peligrosa, si no se siente amenazado
El dueño de los perros que mataron a una mujer en Zamora se niega a declarar y vuelve a su rutina con el rebaño
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Los cinco perros que atacaron mortalmente a Arancha en un camino a las afueras de Roales de Pan, Zamora, son tres mastines y dos carea leonés. Los mastines no son perros considerados potencialmente peligrosos. Los expertos señalan que solo atacan si se sienten amenazados. El Seprona aún busca a uno de los perros implicados en el ataque.
Los mastines son perros que se usan habitualmente para pastorear y cuidar rebaños. “Estos animales no suelen suponer ningún peligro”, dice Sergio Roncero, adiestrador canino.
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Los perros de pastoreo atacan si ven amenazados sus rebaños
Solo atacan si se sienten amenazados o que su rebaño corre algún riesgo. “El mastín es un perro grande, fuerte, solo podría ser peligroso si no tiene una socialización bien hecha y desarrolla cualquier desequilibrio emocional. En ese caso evidentemente puede ser más peligroso que otro can más pequeño pero la raza no va a determinar el comportamiento del animal si ha tenido una sociabilización o educación correcta”, señala Roncero.
La Guardia Civil que investiga la muerte de Arancha a manos de una jauría en Zamora analiza muestras, incluidas de sangre, para descartar que los perros pudieran tener alguna enfermedad que influyera en una reacción tan agresiva y que arrastró a los cinco animales a "actuar como perros salvajes”, según informa La Opinión de Zamora.
Cuando se trata de un grupo de perros, según los expertos, es posible que un animal inicie el ataque y los demás imiten su actuación violenta.
Cómo actuar si no conocemos a un perro mastín
“A un perro que no conocemos siempre hay que tenerle respeto… Nunca debemos gritarle, tirarle algo y nunca correr porque nos convertimos en una presa”, señala el adiestrador.
En un caso como el de Roales de Pan, es decir, si nos cruzamos con un perro pastor con su rebaño, hay que seguir caminado con normalidad, sin interactuar con el animal y sobre todo, sin mirarle, concluye Roncero.