La muerte de la joven de Zamora atacada por una jauría de perros, ¿accidente u homicidio imprudente?
Una mujer de 27 años perdió la vida este lunes tras ser atacada por cinco perros de pastoreo
La Guardia Civil ya ha identificado al pastor, dueño de los perros, e investiga si estaba con ellos o no en los momentos previos al ataque
La chica muerta por una jauría en Zamora llamó su madre pidiendo auxilio: "¡Me atacan unos perros!"
Una joven de 27 años murió este lunes tras el ataque de una jauría de perros en Roales del Pan, en Zamora. Estaba hablando por teléfono con su madre cuando ocurrieron los hechos y fue ella quien la encontró, malherida en el camino cercano a la localidad por el que solía salir a pasear. Cuando llegaron los servicios de emergencia, ya no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
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La mujer fue atacada por cinco perros de pastoreo que ahora están bajo custodia de los servicios veterinarios de la Junta de Castilla y León. Los animales, que se habrían lanzado a por ella cuando se aproximó, estaban correctamente registrados y tenían chip, según ha confirmado la Guardia Civil.
Una de las preguntas claves del caso es dónde estaba el pastor en el momento del ataque.
Dónde estaba el pastor, clave en la investigación
El dueño de los animales ya ha sido identificado por la Guardia Civil, según recoge La Opinión de Zamora. Están recabando pruebas para dirimir si la muerte de la joven ha sido un accidente o un homicidio imprudente. Para ello, es fundamental saber si, antes del ataque a la mujer, el pastor estaba con los perros y se escaparon o si, por el contrario, estaban sueltos y sin vigilancia.
Unos ciclistas ya alertaron sobre los perros
Tras la tragedia ocurrida en Zamora, un grupo de ciclistas se ha puesto en contacto con la Guardia Civil para comunicar que esta no era la primera vez que esos perros se mostraban agresivos. Al parecer, el sábado pasado un grupo de mujeres tuvo que huir de la zona tras ser perseguidas por estos animales y en las últimas semanas, lo mismo ha ocurrido con deportistas que entrenaban en esa zona, un camino que comunica Roales con la localidad de La Hiniesta.