El Ministerio de Consumo y la Unión Europea van a intensificar el control, en las redes sociales, sobre el negocio de los influencers con la publicidad. Esta actividad económica genera 21.100 millones de dólares de beneficio y la mayoría no lo declara.
El Gobierno, de la mano de Bruselas, va a hacer un barrido digital en las próximas semanas por las publicaciones de creadores de contenidos e influencers en redes sociales para asegurarse de que cumplen la normativa.
Los creadores de contenidos en redes sociales tienen obligaciones legales relativas a la publicidad, prácticas comerciales y comercio electrónico. En definitiva, Consumo pretende vigilar que cuando un influencer recomienda un producto, muestra un viaje o una experiencia en redes, indique que es publicidad si se lo han regalado o le han pagado a cambio de hablar bien de ello.
Los influencers se embolsan 21.100 millones de dólares al año por este tipo de publicidad en el mundo. Según el Ministerio de Consumo y la UE han detectado que el 77,75% de ese tipo de publicaciones se hacen como si fuesen altruistas y pagasen por consumir ese bien o servicio sin indicar que se trata de publicidad.
Las multas previstas para los creadores de contenidos que no declaren como publicidad sus vídeos son de hasta 100.000 euros.
El Gobierno admite que es muy complicado controlar esta publicidad encubierta o engañosa en la Red. El objetivo de esta campaña de control, según las autoridades, es proteger al consumidor en la Unión Europea.