La DGT advierte de una situación al volante que resulta tan peligrosa como conducir en estado ebrio

La Dirección General de Tráfico (DGT), con el objetivo de reducir la siniestralidad en las carreteras, cuyas muertes repuntan durante los meses de verano, ofrece constantemente advertencias y consejos a los conductores. Uno de los últimos ha sido para evitar atropellos a las puertas de los colegios.

Varios expertos en movilidad, según Auto Bild, alertan de que conducir con sueño resulta tan peligroso como hacerlo bajo los efectos del alcohol. En ambos casos, el riesgo de sufrir un accidente se multiplica con cinco y puede llegar a multiplicarse por 30 cuando se unen los dos factores.

La somnolencia al volante, "un problema de salud pública"

Con el fin de dar visibilidad a este problema al volante, la DGT celebró una jornada sobre somnolencia y conducción. En el acto, el director general del organismo, Pere Navarro, subrayó que el 42% de los siniestros mortales son salidas de la vía y que el 38% de los fallecidos fueron por distracción.

Navarro, recoge la citada revista de motor, calificó dicho trastorno del sueño como "un problema de salud pública" y apuntó que se trata de "un asunto al que merece la pena dedicar nuestra atención".

Aunque resulta complicado valorar con exactitud cuántos siniestros implican a conductores que se han quedado dormidos, la Guardia Civil de Tráfico estima que, sólo en 2021, el 7% de los accidentes mortales fueron causados por dicho motivo.

Es más, se calcula que, desde hace una década, al menos 75 personas pierden la vida y 250 resultan heridas graves cada año por culpa de la somnolencia al volante. Se trata de uno de los grandes inconvenientes para la seguridad vial.

Según datos de la Sociedad Española del Sueño, de los que se hace eco la periodista Cristina Pérez Odriozola en su artículo, los españoles descansan, en el mejor de los casos, una media de 6,8 horas por noche.

Asimismo, añade, la Sociedad Española de Neurología asegura que un 30% de la población padece algún tipo de trastorno del sueño (el 4% de forma crónica). Sin duda, unos datos preocupantes y alarmantes puesto que no se quedan en el hogar y, desgraciadamente, se trasladan de la cama al asfalto.