Chago es un adolescente canario de 16 años al que su familia busca desesperada desde el pasado seis de septiembre. Un día se levantó enfadado y se fue de casa gritando diciendo que no volvería. Su hermana asegura que es un buen chico y que nada desde aquel día tiene sentido en su vida. Mucha gente lo sitúa en una casa okupa que controla una mujer que “retiene” a menores.
La casa en cuestión está en Los Gladiolos, en la isla de Tenerife. Mucha gente que conoce a Chago dice que lo ha visto por allí. Su familia lo ha buscado día y noche por ese conflictivo barrio, en el que la Policía no es bienvenida y donde nadie quiere hablar.
“No somos chivatos”, le han dicho a la hermana de Chago, Luz. Solo una persona se ha atrevido a hablar: "Yo conozco a esa mujer, maneja un poco todo y se dedica a llevarse personas, también niños", le dijo a la familia según el testimonio recogido por Caso Abierto.
Esta persona apunta a que en esa casa okupa, la mujer maneja drogas. "A mi me dio un vaso de agua y me dormí. No recuerdo mucho, una casa okupa, cerca del puente Zurita. En la parte de arriba de la casa había niños y gente retenida, y en la puerta un tío grande, un matón", ha asegurado.
Chago, que no estaba pasando por su mejor momento tras el suicidio de su padre hace unos meses, se levantó enfadado el pasado seis de septiembre y se fue de casa, dejando su teléfono, su cartera y llaves. "¡Hasta nunca! ¡Me voy! ¡No me van a volver a ver!”, dijo. El menor de los hermanos fue tras él hasta un monte. Allí Chago le dijo que se volviera, que él se iba a tirar.
Esa es una de las hipótesis que ha manejado la Policía. Sin embargo, nadie ha podido encontrar ni rastro de Chago, ni una pista más que el testimonio de quienes dicen haberlo visto en la casa Okupa de Los Galdiolos.
"Llevamos más de un mes buscándolo sin descanso", ha dicho su hermana Luz. "Es un niño muy tranquilo, familiar, todo esto es raro de principio a fin".
El día de su desaparición Chago, alto, delgado y con el pelo más bien largo, vestía una camiseta blanca y pantalón vaquero azul. Debía haber empezado un FP de mecánica por el que estaba muy ilusionado pero no ha ido a clase. Su familia lleva más de un mes sin saber nada de él.