La desesperación y la angustia de Noa, secuestrada en el festival de Israel tras la incursión de Hamás

La violencia que se vivió ayer en Israel por las incursiones de grupos armados palestinos alcanzó, también, a muchos civiles, como los jóvenes que asistían al Nova Festival, un festival de música que reivindicaba la paz.

Los asistentes al concierto estaban bailando en un festival y vieron con sus propios ojos cómo llegaba el horror desde el aire en paracaídas. Apagaron la música y todos recogieron sus cosas. Cortaron la electricidad y de repente, de la nada, entraron con disparos, abriendo fuego en todas direcciones.

La "locura" que se vivió en el festival tras la llegada de Hamás

Hasta la zona llegó una furgoneta cargada de terroristas que comenzaron a disparar indiscriminadamente, incluidos misiles. Más de 50 terroristas llegaron en furgonetas, vestidos con uniformes militares.

Entre cuatro y cinco horas de película de terror. El público empezó a correr como loco. "Era simplemente una locura", confiesan algunos de los que lograron ponerse a salvo.

Noa, una joven secuestrada en pleno festival

Rápidamente, la carretera quedó bloqueada y los coches a merced de los lanzacohetes. Entre los que huyeron a pie está Noa Argamani y su novio Avinathan. Los mercenarios les alcanzaron y les separaron. Unos se llevaron al joven y, otros, decidieron secuestrar a Noa. La joven empezó a gritar aterrorizada y horrorizada por el miedo y el caos.

Ellos son dos de las personas secuestradas de las que no se conoce su paradero. Al ver las terribles imágenes, el padre de Noa ha hecho una aparición en la televisión israelí en la que pide ayuda para localizar a su hija. "Mi corazón está roto, ¿Cómo puedo seguir?", se pregunta totalmente desolado el progenitor.

Otros desaparecidos que fueron secuestrados y asesinados

Devastadoras son también las imágenes de esta joven Shani Louk de 30 años y nacionalidad alemana. Sus familiares y amigos la han reconocido tras ver los tatuajes en la pierna del cuerpo semidesnudo que se observa encima de una camioneta mostrada como un trofeo de guerra.

Se desconoce si está viva o muerta. Por su parte, su madre todavía guarda la esperanza de que esté inconsciente en las imágenes y pide ayuda para localizarla mostrando su pasaporte.

También están los que han usado sus redes sociales para mostrar a sus familiares y amigos que escaparon con vida. Lo que iba a ser toda una noche de fiesta de baile acabó en masacre. Jóvenes ajenos al conflicto territorial cuyo único delito fue ir a un festival de música muy cerca de la frontera con Gaza y cuyo futuro se ha truncado.