Los menores víctimas de abusos sexuales llegan a declarar hasta tres veces antes de la celebración del juicio. Interrogatorios incómodos, los años de espera y el sentimiento de incomprensión los acompañan durante todo el proceso. Se trata de una violencia que en el 80% de las ocasiones procede de un familiar o una persona cercana. El 96% de los abusadores no tienen antecedentes y el 40% son familiares, según el estudio realizado por Save the Children a través de 400 sentencias.
Así lo confiesa Carmen Corrales, una gaditana que decidió denunciar con 17 años que su abuelo materno abusaba de ella desde los 10 hasta los 14. Las primeras palabras que escuchó del agente fueron: ¿Y por qué te acuerdas de eso ahora? Una frase que a día de hoy le sigue persiguiendo. Tras ocho años de aquello, continúa sin juicio. Pero anima a todos a que sean valientes para contar sus historias.
Una realidad que está comenzando a vivirse entre los propios adolescentes. Los delitos por abuso sexual cometidos por personas menores de edad han aumentado en un 14% en 2022 con respecto al año anterior. La estadística del INE muestra que en España hubo 308.624 mayores de 18 años condenados por sentencia el pasado año, un 9,4% más que en 2021, y 14.026 menores, un 3,2% más.
“Estos datos son solo la punta del iceberg, ya que se estima que solo el 15 % de los casos de abuso sexual llegan a denunciarse. Todavía existe la creencia colectiva de que estos casos apenas existen y de que si un niño o niña fuese abusado en nuestro entorno nos daríamos cuenta, pero los datos evidencian que no es así”, señala Catalina Perazzo, directora de incidencia social y política en Save the Children en su página web.
El informe señala que los abusos sexuales comienzan a los 11 años y que en más del 80% de los casos se trata de una niña o una adolescente. Pero uno de los datos más preocupantes es la duración de los procesos judiciales, ya que ha continuado en aumento: antes, el 67,3% se resolvía en dos años. Ahora, tan solo lo hacen el 23,5%.
La situación de Carmen Corrales, quien llegó a declarar hasta en cinco ocasiones, no es un caso aislado. Save the Children recuerda la necesidad de que exista una clara especialización y una aplicación del modelo Barnahus para apoyar la valentía de los niños que deciden denunciar.
Se trata de un modelo que ya se aplica en Estados Unidos y en el norte de Europa que consiste en atender a las víctimas de abuso sexual en una casa, lejos de comisarías y hospitales, con un entorno agradable para ellos y adecuado a su edad. La entrevista que se les realiza es grabada y así se evita que tengan que revivirlo en diferentes declaraciones y acudir al juicio oral.