Daniel Sancho ha salido de prisión por primera vez para comparecer ante el juez en el tribunal de Samui, al sur de Tailandia, por el asesinato del colombiano Edwin Arrieta. El joven se desplazó desde la cercana cárcel de la isla, desde donde ha comparecido hasta ahora por videoconferencia. Por petición del Fiscal, su prisión provisional se alargará por sexta vez para trabajar en un informe que se entregará antes del 29 de octubre. La Policía mantiene la acusación de asesinato premeditado.
El joven de 29 años volvió a comparecer sin abogado como ya hizo el pasado 22 de septiembre después de que su padre prescindiese de los servicios del letrado tailandés, Anan Chuayprabat, por "discrepancias en la defensa". Una vez que comience el juicio, Sancho deberá disponer de uno o se le otorgará uno de oficio para la defensa de los cargos por asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano.
Daniel Sancho continúa en prisión provisional desde el 7 de agosto, una situación que el juez le ha alargado por petición de la Fiscalía para trabajar en un informe que deberá entregar al tribunal antes del 29 de octubre. Aunque el plazo podría ampliase 24 días de manera excepcional. Una vez entregado, el juez podrá fijar una fecha para el juicio.
El joven ha aceptado la solicitud del fiscal de la prórroga tras ser preguntado por el juez, según lo recalcó el propio tribunal. La Fiscalía de Samui confirmó a EFE que había recibido el informe policial elaborado por los investigadores de la comisaría de la vecina Phangan, donde tuvo lugar el supuesto crimen el pasado 2 de agosto, tras una investigación de dos meses.
La Policía acusa a Daniel Sancho de asesinato premeditado y ocultación del cuerpo, los mismos cargos que ya presentaron el siete de agosto cuando pasó a disposición judicial e ingresó en prisión provisional. Sancho, que fue detenido el cinco de agosto en la isla de Phangan, podría enfrentarse a una petición de condena de hasta pena de muerte. Pero la polémica continúa.
El número dos de la Policía de Tailandia, Surachate Hakparn, más conocido como ‘Big Joke’, -encargado del caso de Daniel Sancho- reconoció haber pagado de forma recurrente a “tres o cuatro” periodistas que han estado en múltiples ocasiones a su alrededor para cubrir la información sobre otros sucesos de los que también se ha encargado. Una polémica