Los altos precios hacen que cada vez tiremos menos comida a la basura. Sin embargo, sigue siendo mucha la que acaba siendo desperdiciada y en los contenedores de nuestras calles. El año pasado, más de un millón de toneladas de comida se tiraron a la basura. Se calcula que un tercio de los alimentos que se producen se desperdician o pierden.
El 29 de septiembre se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos. Es un día vital para concienciarnos con lo que estamos haciendo con los recursos de nuestro planeta, porque los datos son dramáticos. Según Naciones Unidas, un tercio de los alimentos que se producen en todo el mundo se desperdician. Estamos hablando de 1.300 millones de toneladas que serían suficientes para alimentar a 870 millones de personas que pasan hambre en todo el mundo.
Dándole vueltas a lo que podría hacerse con las raciones de comida que sobraban, en un instituto de Vizcaya han encontrado una ingeniosa y fácil solución: implicar a los propios alumnos para que no se desperdicie.
El responsable del comedor de este centro educativo ha concedido una entrevista a 'Informativos Telecinco' en la que ha descrito en qué consiste esta iniciativa. El proyecto Rexcatering "está formado por el Ayuntamiento de Etxebarri, la Fundación Residuo Cero y el instituto de Etxebarri. Básicamente consiste en que la comida que no es servida en el comedor es traída a una máquina para que cualquier persona del municipio la pueda utilizar", explica el responsable del comedor del centro.
Las tareas llevadas a cabo son dos: el primer día cuando se recoge la comida se etiqueta y se envía y, luego, al día siguiente hay un grupo de alumnos que recogen la comida y la llevan hasta una máquina dispensadora.
Desde el centro y desde el comedor se implica a los alumnos en este tipo de acciones solidarias y, también, se intenta que la comida no sea tirada a la basura y pueda ser aprovechada por más personas.
En España cada ciudadano tira una media de 28 kilos de comida al año. Además, el 40% de toda esa comida no se desperdicia ni en hogares, ni en restaurantes. Ese 40% de comida desperdiciada proviene de los propios campos de cultivo y en la fase de procesamiento.
Es decir, alimentos como frutas y verduras que son desechadas por no ser bonitas o tener un aspecto físico apetecible y atractivo.
Esto, además, es un despropósito para el planeta ya que se tira y se desperdicia mucho agua, impacta en la biodiversidad y las pérdidas económicas ascienden a los 750.000 millones de euros.