El Consejo de la Juventud de España (CJE) ha pedido que no se defina como ninis a todos los jóvenes que no estudian o trabajan, porque el término además de "peyorativo" es "erróneo". En esa frase, que mete a todos en el mismo saco, aparecen los que no estudian o trabajan, aunque sea por causas ajenas, como cuando acaban de salir de un "empleo estacional y están buscando otro", jóvenes con alguna incapacidad para trabajar y otros que se dedican a los cuidados familiares en el hogar. Para ser más justos, "deberíamos hablar más de sisis, los que sí estudian y trabajan" al mismo tiempo, reclama el vicepresidente del CJE, Juan Antonio Báez Morín.
La entidad que engloba a más de 60 entidades juveniles de toda España rechaza el término de ninis por el retrato distorsionado que hace de los jóvenes: "en vez de decir que tienen peores condiciones de trabajo y menos posibilidades de empleo se utilizó ese término para culparlos a ellos de la falta de oportunidades en el ámbito laboral que tenían".
Lo consideran "un ataque a la juventud" llamar ninis a los jóvenes que solo pueden trabajar en verano y siguen buscando trabajo; "no es justo que una persona joven que esté incapacitada y no pueda trabajar sea un 'nini', como tampoco es justo" llamar así "a los que se dedican a los cuidados, como "si los jóvenes fueran culpables "de no tener oportunidades laborales y educativas".
Juan Antonio Báez Morín exige que estos supuestos en los que se encuentran miles de jóvenes no pasen a engordar los datos del Ministerio de Trabajo bajo el apartado de ninis, que los sitúa en torno al 13,7%, en 2022, según su último informe Jóvenes y mercado de trabajo' correspondiente al segundo trimestre de 2023 .
"Nuestros cálculos son totalmente diferentes", porque "sí contemplamos que las circunstancias no permiten que esas personas puedan trabajar durante todo el año, como si no quisieran trabajar, cuando la realidad es diferente".
Para el CJE , que habla de datos erróneos, la tasa de ninis es del 2,4%, once puntos menos, que las cifras que da Trabajo, incluso utilizan los mismos datos de la Encuesta de Población Activa, porque considera las salvedades que apunta Báez Morín.
"Una persona nini no es simplemente una persona joven que ni trabaja ni estudia", -precisa- "sino que que deben tenerse en cuenta los distintos motivos por los que no lo hace". Dentro de esa categoría "ínfima" están las personas que pueden trabajar y estudiar, y no lo hacen", pero la realidad es "que este porcentaje es mínimo."
El porcentaje de ninis está en mínimos es de un 2,4 frente a un 32,9% de jóvenes que estudia y trabaja a la vez, de eso sí hay un aumento. En el CJE hablamos de los sisis, muchos "por cuestiones económicas, porque tienen que pagarse la carrera, ayudar a su familia, según sus estudios, en los que incluyen a personas hasta los 35 años.
"Hay varias lecturas: lo veo positivo, pero cada caso habrá que analizarlo de forma independiente, porque hay personas que siguen estudiando y formándose, pero otros lo hacen, porque no tienen otras alternativas para poder seguir pagándose la carrera, para ayudar en casa, porque si no no pueden estudiar en otra ciudad. El término tiene una doble lectura que habrá que analizarlo, ha explicado.
"Para nosotros joven es hasta 30 años, pero estadísticamente hay puntos que cogemos hasta los 35 años, por lo que "llamamos la maldición de la juventud", porque a pesar de la edad siguen arrastrando los problemas laborales vinculadas a los jóvenes como es la incapacidad para emanciparse, que no tienen un empleo de calidad, a pesar de tener más edad están "sin perspectivas de futuro".
Los datos de los jóvenes en España no son buenos: altas tasas de desempleo juvenil; el suicidio, la principal causa de muerte entre los jóvenes; una edad de emancipación que es la más alta de Europa. Y sin embargo, el tema juventud no parece muy presente en la agenda de los políticos, que ahora mismo en pleno debate de investidura la palabras problemas juveniles no ha sido pronunciada.
El CJE, que sigue atento el debate en el Congreso, todavía no quiere pronunciarse rotundamente, no sea que los diputados nos sorprendan con alguna propuesta encaminada a este grupo social, que va de los 18 a los 30, que representan el futuro de España.
"En el debate de investidura no se ha hablado casi y eso da bastante pena", afirma el vicepresidente de la CJE, y eso resulta bastante preocupante, a pesar de toda la problemática que tiene bastante arraigada".