Fascitis necrotizante. Puede que no haya oído hablar de esta infección. Pero seguro que ha oído hablar de bacterias que pueden infectar heridas abiertas. Pues bien, les estamos hablando de una de ellas, que puede ser mortal en cuestión de horas y cuya incidencia está aumentando mucho en Estados Unidos.
Hablamos de la bacteria Vibrio vulnificus, de la que acaban de alertar los CDC estadounidenses. En general, se detectan unos 200 casos al año en ese país, pero en los próximos años pueden ser muchos más. ¿Por qué? La respuesta hay que buscarla, una vez más, en el cambio climático. Su alerta habla de “infecciones graves por Vibrio vulnificus asociadas con el calentamiento de las aguas costeras”.
Los CDC explican que esta bacteria “prospera en aguas más cálidas, especialmente durante los meses de verano (mayo a octubre) y en ambientes marinos con bajo contenido de sal, como los estuarios”. Y han lanzado una alerta porque este año, en que el verano ha sido especialmente cálido allí y en todo el hemisferio norte, “varios estados de la costa este, como Connecticut, Nueva York y Carolina del Norte, han informado infecciones graves y mortales por V. vulnificus”. Y esto, advierten, cada vez está pasando más.
Hasta ahora, en EE.UU., las infecciones por V. vulnificus “se han notificado con mayor frecuencia en los estados costeros del Golfo de México”. Pero eso está cambiando. Las infecciones causadas por esta bacteria “en el este de los Estados Unidos se multiplicaron por ocho entre 1988 y 2018”. Su rango geográfico aumenta a razón de 48 km por año, advierten.
Hablamos de una bacteria cuya mortalidad es muy alta: mueren 1 de cada 5 personas infectadas. Y en cuestión de horas. Porque se trata de bacterias que “no sólo dañan la superficie de la piel: liberan toxinas que destruyen el tejido subyacente, incluidos músculos, nervios y vasos sanguíneos. Si no se trata, la fascitis necrotizante puede ser mortal, a veces en 48 horas”, explica en Scientific American el microbiólogo Bill Sullivan.
Sullivan es profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana (EE.UU.), especialista en microbiología y enfermedades infecciosas. Se refiere a estas bacterias como “una amenaza creciente”. Y explica cómo puedes infectarte, qué síntomas provocan, cómo deben tratarse estas infecciones y cómo podemos protegernos.
Es importante saberlo, teniendo en cuenta que la temperatura del mar está aumentando en general, no sólo en EE.UU. Y no sólo debe preocuparnos ese aumento de la temperatura, también de los fenómenos extremos.
“Los fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones costeras, huracanes y ciclones, pueden forzar el paso de aguas costeras a zonas del interior, lo que aumenta el riesgo de sufrir infecciones para las personas expuestas a estas aguas”, advierten los CDC en su alerta. Y recuerdan: “Ya ocurrió en Florida después del huracán Ian en 2022”.
Pero la infección por esta bacteria no sólo se contrae al penetrar en heridas abiertas cuando uno se baña, pesca o camina por aguas cálidas costeras. También al comer marisco crudo o poco cocinado. Y no sólo hablamos de intoxicación alimentaria, también de la manipulación del propio marisco.
Explica Sullivan que la bacteria “puede penetrar en los mariscos recolectados en esas aguas, especialmente en algunos como las ostras. Manipularlos con una herida abierta puede proporcionar un punto de entrada para que las bacterias causen fascitis necrotizante”. En EE.UU., la Vibrio vulnificus es una de las principales causas de muerte asociadas con el pescado. Las ostras crudas son la principal fuente de infección en ese país.
En el resto del mundo, se han notificado infecciones por V. vulnificus en varios países europeos, entre ellos España, Dinamarca, Suecia, Alemania, Holanda o Bélgica. Varios estudios han constatado que entre el 3,5% y el 8% de las muestras de mariscos en Europa contenían esta bacteria.
Los síntomas de una fascitis necrotizante producida por esta bacteria son muy claros:
Si la infección progresa, puede producir úlceras, ampollas, decoloración de la piel y pus. Ello puede llevar a la necesidad de extirpar el tejido dañado o amputar extremidades. O incluso, producir la muerte.
Su tratamiento, como el de otras bacterias, precisa antibióticos. Es esencial, sobre todo, en sus manifestaciones más graves, como la septicemia sistémica. "Independientemente de la vía de infección, responde positivamente a los antibióticos", aseguran los científicos. De momento.
Porque los autores de este estudio advierten de que “es posible que los agentes antimicrobianos de primera línea sugeridos anteriormente ya no sean aplicables a todos los países con infección por V. vulnificus”. ¿Por qué? Porque esta bacteria se ha hecho resistente a algunos de ellos. Por eso, avisan: "Los antibióticos deben adaptarse en diferentes países, ya que el agente antimicrobiano de primera línea podría no ser aplicable más”.
“Es claramente vital que médicos y microbiólogos trabajen con los responsables políticos para revisar el perfil de resistencia actualizado en ese país en particular, con el fin de facilitar el uso de los antibióticos más apropiados para maximizar la eficacia del tratamiento”, advierten. “La aparición de V. vulnificus multirresistente, con perfiles de resistencia regionales muy variables, es una preocupación sanitaria importante”.
Por todo esto, consideran que “tanto los pacientes como los médicos deben recibir educación sobre las medidas de prevención efectivas y el perfil de resistencia a los antimicrobianos, para una terapia eficaz y con el fin de reducir la tasa de mortalidad”. El CDC da una serie de recomendaciones al respecto:
Y concluyen con una advertencia clara: “En medio del aumento de la temperatura del agua y los fenómenos meteorológicos extremos asociados con el cambio climático, las personas que tienen un mayor riesgo de infección por V. vulnificus deben tener precaución al realizar actividades acuáticas costeras”.