Francisco Javier, el sacerdote acusado de agredir sexualmente a varias mujeres, era fraile desde los 18 años e hijo de una monja. Hace unos años, el ahora detenido condenaba los casos de pederastia en la Iglesia y pedía que se hiciera justicia.
Este lunes la Policía detenía al sacerdote acusado de sexualmente a varias mujeres a las que sedaba y grababa. Hasta el momento han sido identificadas cinco mujeres, pero los investigadores no descartan la aparición de nuevas víctimas
En una entrevista en La Opinión de Málaga, el sacerdote condenaba los casos de pederastia en la Iglesia: "Estos escándalos de pederastia son una vergüenza. Es importante que la Iglesia haya tomado la decisión de ponerlos en manos de la Justicia. Con la premisa de que esas personas no deben ser juzgadas de forma pública, esperemos que puedan ser juzgadas por la justicia y a continuación que la Iglesia tome una decisión. Esta forma de actuar es la que ya venía del antecesor del Papa Francisco y es necesaria", reivindicaba.
"No puedes revindicar hacia fuera lo que no haces de puertas adentro. Atajar los problemas es algo muy importante para la Iglesia de hoy", aseguraba el cura.
El párroco acusado de agresiones sexuales narraba también su vocación religiosa: "Mi madre me enseñó la fe desde que era chiquitillo. No sé si esta vocación viene en los genes, aunque soy hijo de Paqui, una de las monjas clarisas que durante años hubo en Vélez Málaga. Lo que sí tengo claro es que, desde que naces, Dios tiene un proyecto para ti".