¿Por qué los embalses no han absorbido nada del agua caída este mes?
Los pantanos están a menos del 37 por ciento de su capacidad, muy lejos del 49,8% de la media de la última década
Lo ideal para acabar con esta gran sequía que amenaza a gran parte de España son las lluvias continuas y abundantes pero no torrenciales
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Ha sido un septiembre de DANAS, inundaciones, reventones… Uno tras otro, pero paradójicamente los embalses han seguido bajando, como si nada. Están a menos del 37 por ciento, cuando la media de la última década era casi del 50 por ciento. En el puesto número 1 de la emergencia hídrica está Andalucía. Sus embalses sólo almacenan el 20% de agua. Hay más de cien localidades con restricciones, como en la sierra de Huelva, donde muchos pueblos se surten de acuíferos subterráneos que se están secando.
Y lo mismo ocurre en las provincias de Barcelona y Gerona. Sus pantanos están a poco más del 20 por ciento y 25.000 vecinos de la zona sólo pueden consumir 200 litros de agua diarios. También sufren las restricciones los agricultores del Delta del Ebro, que paradójicamente la semana pasada estaban inundados. Hoy siguen pudiendo regar sólo la mitad de los días porque no hay agua suficiente.
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La sequedad de la tierra, el principal motivo
Sorprende también la situación de los embalses de la zona del Levante. La DANA los ha golpeado una y otra vez pero eso no ha servido para llenar sus embalses. En Murcia los pantanos sólo acumulan el 29 por ciento, pero también lo pasan mal en Alicante (29%) y Castellón (35%). La pregunta es por qué. La directora técnica de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Julia Martínez, explica las causas. La primera, la extrema sequedad de la tierra.
"Partimos de una situación de sequía intensa, con una extrema sequedad de los suelos. Es como una esponja que la tienes completamente seca. Necesita empaparse de agua hasta que se sature, y hasta que el suelo no está saturado no empieza a escurrir el agua". Además, "buena parte de estas lluvias están cayendo aguas abajo de los embalses, los embalses principales suelen estar en las cabeceras de los ríos". Perjudica también el tipo de lluvia torrencial, "que tampoco ayuda a recargar los acuíferos, este agua no puede ser absorbida por los suelos. No sirve para recargar los embalses ni permite la infiltración de los acuíferos".
Lo ideal: lluvias continuas y abundantes pero no torrenciales
"Necesitamos un periodo largo de lluvias abundantes para compensar este periodo largo de sequía", afirma Martínez. Y las previsiones del comienzo de este otoño no son buenas.
A esto hay que sumar "una enorme demanda de agua, el regadío se bebe 8 de cada 10 litros almacenados", asegura la directora de la Fundación. Esta experta propone eliminar los regadíos ilegales y los intensivos "en manos de grandes empresas agrarias, precisamente para proteger a los pequeños agricultores y a los regadíos históricos, que han sido sostenibles durante siglos y aportan un valor histórico y cultural". Esta experta termina con una metáfora visual inquietante. "Es como si tenemos un vaso agujereado y tratamos de llenarlo...".