Un vecino de Porreres (Mallorca), identificado como P. R., ha sido declarado culpable de homicidio por un jurado popular tras disparar y matar a uno de los ladrones que asaltó su vivienda en febrero de 2018. El veredicto se ha emitido con la eximente incompleta de legítima defensa. El jurado, tras casi un día de deliberación, ha considerado más adecuada la versión de la Fiscalía, que mantiene que el hombre pudo tener otras alternativas en lugar de coger su escopeta y disparar contra el asaltante.
El jurado ha estimado conveniente proponer al Gobierno el indulto total o parcial de la pena que legalmente corresponda al acusado por ocho votos a favor y uno en contra. De concederse, evitaría su ingreso en prisión. La Fiscalía pedía inicialmente cerca de cuatro años de prisión para el anciano, pero en la séptima sesión del juicio, el Ministerio Fiscal modificó su escrito inicial y señaló que concurre en el acusado "la circunstancia eximente incompleta de responsabilidad criminal de legítima defensa y la circunstancia atenuante analógica de temor vencible". Mientras, el fiscal pedía para los tres ladrones penas que suman 16 años de cárcel.
El juicio con Tribunal del Jurado que se celebraba desde el pasado lunes 11 de septiembre en la Audiencia Provincial de Baleares, finalizó este martes con la última palabra de los acusados. El anciano señaló en su turno que ha "sufrido mucho" y que su vida "cambió cuando esa gente entró" en su casa. "Nunca en la vida pensé que tendría que hacer lo que hice", declaró.
El hermano del fallecido mostró su disculpa al anciano porque consideró que sin su participación "no se hubieran producido estos hechos". "No me vengo a excusar, tuve participación", indicó, así como que "desde el primer día quise decir la verdad y no he sido yo el único culpable". Uno de los acusados de planear el robo señaló que "nunca" ofreció cuchillos ni pistolas para efectuar el robo y que compró las patas de cabra, guantes y pasamontañas porque el hermano del fallecido le "obligó": "De no haber sido así yo no hubiese accedido a nada". El tercer acusado dijo que no hizo "seguimiento de nada" y que hizo de "protector" con el otro acusado. "Si se planea un robo uno se lleva dinero, yo no me llevé nada ni pedí nada", precisó.
"A mi me preguntaron, pero en mi vida me hubiera imaginado que llegara a esto", concluyó el acusado. En cuanto a la responsabilidad civil, deberá indemnizarse al anciano por las lesiones sufridas con 32.000 euros y los tres asaltantes deberán indemnizarlo con 15.000 euros por el dinero sustraído, restando la suma que fue recuperada de 2.500 euros. La acusación particular de la familia del ladrón que falleció modificó también el pasado martes sus conclusiones provisionales y rebajó la pena solicitada al anciano a 10 años de prisión, en lugar de 15 años.
Los hechos se remontan a febrero de 2018 en una finca de Porreres durante la comisión de un robo. El fiscal había solicitado una pena de tres años y nueve meses de prisión al anciano que disparó y mató al ladrón y, para los tres presuntos ladrones hasta 16, Durante el juicio, uno de los agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación declaró que F. Escobar, hermano del ladrón fallecido, se entregó en el cuartel "desconsolado" y diciendo que sus cómplices, dos vecinos de Campos, les habían "dejado tirados".
Además, explicó que cuando Escobar se entregó, ya habían identificado a su hermano gemelo fallecido. Con todo, los investigadores consideran que su confesión fue útil para esclarecer lo ocurrido, si bien sí aprecian contradicciones en cuanto al destino del dinero, un botín de unos 12.000 euros que nunca se encontró. El abogado del anciano ha sostenido la tesis de la legítima defensa. "Él temía por su vida", subrayó el letrado ante el Jurado, preguntándose también "cómo puede repeler un señor de 78 años el ataque de dos jóvenes encapuchados con patas de cabra".
En cuanto al disparo que terminó con la vida de uno de los ladrones, en la sesión del juicio del martes pasado, el anciano insistió en que "no quería disparar" pero que los ladrones, lejos de amedrentarse al ver la escopeta, se le echaron encima. Por otra parte, Escobar negó que él y su hermano se abalanzaran sobre el anciano antes de que éste accionara el gatillo, y que solo se lanzó y forcejeó con él después.
Durante el juicio, peritos han explicado que realizaron un informe a través del análisis de gases, partículas y el tamaño y la forma del impacto del proyectil en las prendas externas del ladrón que falleció. De ahí, han constatado que la distancia se encuentra "aproximadamente" entre 1,5 metros y 2 metros. Igualmente, el médico forense que realizó la autopsia al fallecido por el disparo, estableció una "distancia corta", es decir, entre cinco y 10 metros, y que "no fue un disparo a quemarropa", puesto que "no se encontraron quemaduras en el cuerpo". Por ello, declaró que es "imposible" que fuera a menos de 1,5 metros. Igualmente, determinó que la dispersión del disparo fue perpendicular, de frente al ladrón.