Los padres de Patricia Aguilar, la joven ilicitana que fue captada por una secta peruana, han llevado al Congreso 250.000 firmas para que se cree una Ley Antisectas. Una ley que aseguran es muy necesaria y que puede llegar a salvar a muchas víctimas, porque en España no están penados casos como el de Patricia Aguilar, la adolescente que estuvo en manos de una secta peruana hasta que fue rescatada 548 días después, o el de Anna Marín, la joven universitaria de Elche que desde hace 20 días estaría en manos de otra secta pseudoreligiosa también en Perú..
Quieren que con esta ley "captar" se convierta en un delito, porque se calcula que en España hay en torno a 250 sectas y unos 100 grupos que se comportan de manera sectaria. El 1% de la población, unas 400.000 personas, podrían ser víctimas de estos grupos. Cifras que hoy en día pueden variar mucho porque las redes sociales le han regalado a las sectas la posibilidad de captar de una forma mucho más rápida y más directa.
Para saber si una secta está captando a alguien de nuestro entorno hay dos síntomas claves: el primero, alejan a su víctima de su entorno, familiares, amigos, en un proceso parecido a la violencia de género.
En segundo lugar ofrecen soluciones rápidas y tajantes a problemas complicados, soluciones como dejar tu trabajo, vender tu casa o mudarte directamente a otro país.