Todas son preguntas sobre la desaparición de José Ramón Tovar hace 11 días en Cuarte de Huerva. ¿Dónde está? ¿Adónde fue después de salir de su trabajo el pasado 6 de septiembre? La familia se ahoga en conjeturas sobre lo que pudo pasarle a este hombre de 42 años, que a las 4.00 de la madrugada una cámara lo grabó subiendo al coche de su compañero de piso. Su hija se lamenta que la Policía Judicial a estas alturas todavía "no ha rastreado el móvil de mi padre."
Este hombre, con el que compartía piso, fue el último que vio a José Ramón Tovar y apenas pudo dar pistas sobre su paradero. El testimonio familiar confirma lo que grabó la cámara de videovigilancia de un restaurante: "dice que lo encontró por casualidad y lo llevó hasta la casa, que mi padre estaba bebido y que no abrió la boca en todo el camino".
Al llegar, este único testigo ha contado a la Policía, que José Ramón Tovar se bajó del coche diciéndole que mientras aparcaba ya él iba subiendo a la casa, pero cuando llegó al piso, no estaba. La Policía lo interrogó y esto es lo último que se sabe.
A partir de ahí todo son hipótesis: "que esté en casa de alguien, que alguien le haya hecho algo", ha contado su hija Iris a Informativos Telecinco desde Cuarte de Huerva, localidad en la que vive al lado de su padre. Él hacía un mes que se había trasladado y compartía piso con un conocido.
Lo cierto es que "mi padre no pasaba por un buen momento"; acababa de cumplirse el primer aniversario de la muerte de su madre y una ruptura problemática habían dado el puntillazo al estado emocional de José Ramón Tovar, que se había mudado desde Armilla, donde vivía su ex para poner distancia a un conflicto no resuelto en "el que no podía ver a la hija de 4 años", fruto de esa relación. "Su pequeña le tiraba mucho, pero como su exmujer no le dejaba verla", se trasladó para "aquí buscando a su gente, a su familia."
Es el testimonio de Iris, la hija de este encofrador que enseguida se puso a trabajar en Cuarte de Huerva, y donde mantiene en vilo a todos. A pesar de que sufría "una depresión muy fuerte", nadie lo había visto acudir a un especialista o seguir un tratamiento. "Últimamente no usaba medicamentos", pero no estaba bien.
No tenía problemas en la empresa de construcción, donde trabajaba, ni en la barriada en la que apenas llevaba un mes. Esa madrugada iba vestido con "la ropa del trabajo: una camiseta blanca, un pantalón chándal gris y unas zapatillas deportivas negras. En el hombro una mochila azul".
A la desesperación de la familia se une la incertidumbre de qué pudo pasarle a José Ramón Tovar. "Él salía de su trabajo a las seis" por lo que nadie sabe qué hacía a las 4 de la madrugada por el camino de la Junquera.
Su hija se lamenta de las gestiones de la Policía Judicial que "11 días después de la desaparición de mi padre todavía no han hecho la tringulación de su móvil", "no han rastreado su móvil". Es un dato que espera la Policía de Cuarte de Huerva para seguir con sus pesquisas y que podría aportar alguna pista para saber dónde está José Ramón Tovar.