Biescas, Huesca, agosto de 1996. 87 personas murieron en el camping de Las Nieves, construido en el curso de un barranco. Un técnico avisó en un informe del peligro de esta construcción. Mallorca, 2018, 13 muertos. Madrid y Toledo, 2023: 8 muertos... Los ejemplos se repiten una y otra vez. Desde 1995, más de 360 personas han perdido la vida en inundaciones en España, la mayor parte por vivir en lugares de riesgo. En España hay 1 millón de viviendas levantadas en zonas inundables y entre 7 y 8 millones de vecinos afectados por este problema, confirma Nuria Hernández Mora, de la Fundación Nueva Cultura del Agua.
Meteorólogos y arquitectos coinciden en las posibles soluciones. La primera es dejar de edificar en zonas inundables. "Se siguen construyendo hospitales en llanuras de inundación y plantas de residuos", se queja Nuria Hernández.
"Hay que dejar de construir así, y hay que empezar a cumplir la ley", exige esta experta. "El río siempre baja con la escritura de propiedad en la mano, y es verdad, al final en las recientes inundaciones en Toledo todas las calles inundadas son la calle del arroyo, la calle de la vega...Porque han construido encima y han impermeabilizado todo alrededor y al final el agua va donde ha ido siempre".
"Estamos viviendo donde no tendríamos que estar viviendo. Al final si vives sobre el río te vas a inundar antes o después. No hay nada que puedas hacer. ¿Mover el rio de sitio? Entonces creas un problema en otro sitio o generas un problema en los dos, porque si un rio discurre por un lugar es porque es el más favorable por la orografía natural y no puedes luchar contra eso", asegura Roberto Granda, meteorólogo de Eltiempo.es.
Además, es necesario regenerar los ríos. "Las soluciones tradicionales no funcionan: se han embalsado los ríos, se han encauzado, se han limpiado... Y no funciona, sigue pasando... Por eso hay que trabajar en reducir nuestra vulnerabilidad", apunta Hernández Mora. Es partidaria del esponjamiento de las cuencas. "No se trata de que el agua vaya lo más rápido posible. Si eliminas el bosque de rivera o creas un azud estás incrementando la peligrosidad aguas abajo. Hay que gestionar bien las aguas de tormenta... Si no, esto va a ir a más".
Y a largo plazo, es necesario realojar a miles de vecinos que viven en las zonas más peligrosas. Ésas en las que las inundaciones se repiten una y otra vez. Sigfrido Herráez, decano del colegio de Arquitectos de Madrid, tiene claro que "la administración ha permitido que vivan en unos lugares, y entre comillas es solidaria con esa situación. No puede ahora desentenderse del vecino y dejarle a su suerte. Se debe trabajar donde el peligro es real... Y hay formas de canalizar el agua antes de que llegue a esas zonas. No hace falta trasladar las viviendas en todos los casos".
Para Roberto Granda, "desde mi perspectiva, hay que pensar a largo plazo y es mejor si vas moviendo a esa gente, quitas esas casas, evitas esos daños materiales constantes y la posible pérdida de vidas humanas. No es una medida popular, nunca lo va a ser, pero al final, otras medidas son parches. ¿Y qué ocurrirá cuando llegue una tormenta más fuerte? Es como dar una patada a una piedra y esperar no volver a encontrártela. Es más fácil quitar la piedra del camino".