Las novatadas vuelven a estar en el ojo del huracán. El recibimiento que dan a los nuevos estudiantes en un Colegio Mayor de Santander es humillante. Correr en calzoncillos o desnudos, mientras los otros los embadurnan o golpean son algunas de las llamadas novatadas, que vuelven a empañar este inicio de curso académico.
El vicerrector de la Universidad Menéndez Pelayo ha criticado estas prácticas, aunque mostró su impotencia, porque al suceder fuera del recinto universitario es imposible hacer nada. Tampoco si todos los participantes en esta novatada son estudiantes del mismo centro.
En las imágenes se ve cómo llenan a sus compañeros de una pasta pringosa a base de huevo, aceite y pintura, mientras corren en paños menores; caminan en fila india obedeciendo las órdenes de otros. Son residentes de un colegio mayor de Santander, víctimas de los alumnos veteranos que los someten a las llamadas novatadas. Una experiencia que a pesar de que están prohibidas y pueden llegar a ser motivo de expulsión se siguen realizando en muchas universidades y centros de estudios.
Aunque ninguno de esos estudiantes protestará por las novatadas, y aseguraran -incluso- que fueron "consentidas" y voluntarias en realidad escandalizan estos abusos. Algunos los califican de barbaridad, un ritual ya muy trasnochado y absolutamente vejatorio para esos chicos y chicas que comienzan su vida universitaria de esta manera.