Jordi Sabaté Pons es un enfermo de ELA, ya sin movilidad ni habla, que hace una petición desesperada. Suplica ayuda urgente para poder contratar a alguien que le cuide para poder seguir viviendo. De otra forma, asegura, el barcelonés se verá obligado a solicitar la eutanasia.
Sin movilidad, sin habla ya, pero siempre transmitiendo optimismo: "Yo deseo vivir y amo la vida". Así lo manifiesta Jordi a través de una tecnología que lee el movimiento de sus ojos. Su mensaje lo ha "publicado por desesperación". De no encontrar a alguien, no podrá seguir viviendo: "Ayúdame, por favor". Sus palabras han conmovido a millones de personas.
El mensaje de Jordi Sabaté, a quien diagnosticaron ELA hace nueve años:
Requiere ayuda imprescindible y vital, cuenta con financiación familiar. "No existe ninguna ayuda pública para que los enfermos de ELA podamos elegir vivir con los cuidados que necesitamos", explica Jordi, activista, creador de contenido y coach. Necesita un equipo de cinco personas especializadas que le asistan 24 horas.
Uno de ellos se va y es imposible el relevo tras una larga búsqueda: "La gran mayoría no tiene formación". "No he encontrado a nadie que me pueda asistir para poder seguir vivo", sentencia Jordi, que teme decidir morir, cuando solo quiere vivir.