Esta semana más de ocho millones de niños vuelven al cole. Ayer lo hicieron los primeros en Madrid y Cataluña. Pero ¿qué pasa si mi hijo no quiere ir a clase? En algunos casos, “es que algo pasa en el colegio y hay que investigar”, afirma el psicólogo Abel Domínguez Llort.

No es raro que los niños no quieran ir al colegio después de unas largas vacaciones como las de verano. “Es normal, sobre todo, esta semana atrás porque asocian el colegio con tareas y deberes”, señala la psicóloga Ainhoa Uribe, coordinadora del centro Aitta.

Lo ideal es “recordarles que van a ver a sus amigos y que van a aprender muchas cosas nuevas. A algunos niños les motiva más la parte social y a otros el conocimiento. Se trata de inculcarles que el colegio es una forma muy positiva de invertir su tiempo”, señala la psicóloga. Estos argumentos suelen valer para convencer a un niño de infantil y primaria. A estas edades “el adulto se impone sin más”.

En los casos de niños de infantil que nunca han ido al colegio, Abel Domínguez Llort, director de Domínguez Psicólogos, recomienda apoyarse en los consejos de los tutores de la escuela, que saben cómo ayudar a sus alumnos. “Los padres deben aguantar la angustia porque si no se la transmiten a los hijos. Le acompañamos a la puerta del cole, le damos un beso y le explicamos que luego volveremos a por ellos y no alargaremos más la despedida porque se alarga el momento de llanto, angustia y separación”, recomienda.

No obstante, Ainhoa Uribe añade que “si hay un problema real, los niños pueden somatizar sus temores y sufren dolores reales, de cabeza, estómago…” y advierte de que la negativa a ir a clase suele ser “más habitual en alumnos de secundaria que, a veces, ni se levantan de la cama. De hecho, muchos padres los dejan en casa desayunando y se van a trabajar. La sorpresa llega con las notas o cuando llegan las notificaciones de las faltas a clase”.

“En estos casos es aconsejable acudir al especialista porque lo pueden estar pasando mal por diferentes motivos… exigencia académica excesiva, porque no tienen amigos o están sufriendo acoso escolar”, concluye la experta.

En la misma línea se postula Domínguez Llort, que señala que si un niño nunca antes ha experimentado temor a ir a clases “es que algo pasa en el colegio y hay que investigar”. Este experto en psicología infanto-juvenil aconseja preguntar directamente a los hijos y si no hay respuesta o esta no convence, acudir a los tutores o a la dirección del centro educativo.

“Si la negativa llega tras un periodo de ir muy a gusto a clases, hay que investigar porque ha podido pasar algo con algún niño o incluso con un profesor”, sentencia. “Si ya había expresado que no quería ir puede ser por miedo o que se sienta mejor en casa y habría que trabajar con un experto”, señala el psicólogo. Podría estar sufriendo una fobia escolar o social.