Los vecinos de Linarejos, una pedanía de la Sierra de la Culebra de Zamora, rechazan la medida de acabar con Carlitos y piden su indulto. Se trata de un ciervo que han visto crecer desde que era muy pequeño. El animal, una vez que le creció su cornamenta, cogió confianza para acercarse al pueblo y alimentarse de manzanas y otras frutas o verduras que se desechaban. Ecologistas en Acción se une a la denuncia y reclama a la Junta otro modelo de gestión de la especie "más sostenible en términos biológicos y económicos para la zona".
El futuro de Carlitos está amenazado por los permisos de caza y el argumento de los gestores medioambientales de que es un animal peligroso para la población. Unas palabras que los habitantes de Linarejos desmienten, según Pilar Devesa, una de las vecinas que pide indultar a este ejemplar de ciervo adulto con una cornamenta de catorce puntas.
Un grupo de vecinos mostró su indignación tras escuchar cómo los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León abrieron fuego a las afueras de la pedanía para asustar o abatir a Carlitos. Pero el enfado llegó cuando les dieron el argumento de que había sido el mismo pueblo quien había denunciado el peligro del animal. "Que lo dejen en paz porque no es peligroso, jamás lo ha sido, nadie se acerca a él y él tampoco se acerca a nadie", afirmaba Pilar Devesa, quien asegura que el ciervo se acerca por el día y por la noche porque ha cogido confianza, pero que nunca ha dado problemas.
Después de escuchar los disparos, los vecinos llamaron a la Guardia Civil para que se parase de disparar “a cincuenta metros del casco urbano”, una acción que Devesa sí considera peligrosa. Al final, los vecinos pusieron una denuncia y un escrito remitido a Medio Ambiente para pedir el indulto. Ahora los vecinos realizan una campaña de recogida de firmas para buscar apoyos externos ante la llegada de la época de berrea y la llegada de la caza.
Los habitantes de Linarejos temen que Carlitos esté en el punto de mira de los cazadores tras obtener los permisos para abatir a estos animales en la reserva de la Sierra de Culebra. Ecologistas en Acción de Zamora ya ha mostrado su apoyo a la campaña de indulto. Ángel Encinas ha afirmado que Carlitos es un ejemplar tranquilo pese a tener la costumbre de acercarse a Linarejos en busca de alimento, una presencia en las calles que se ha incrementado desde los incendios que asolaron la zona.
Los biólogos y los expertos coinciden en que algunos ciervos pueden ser “peligrosos con los curiosos, sobre todo en época de celo”. Pero si se mantiene una distancia prudencial o se les espanta se puede evitar el ataque a las personas. Ecologistas en Acción exige que se modifique el modelo de gestión por ser “incongruente, obsoleto y perjudicial para la especie. “Olvida por completo la importancia de estos animales como reproductores. Es deleznable que los cazadores solo vayan pensado en ese trofeo”, subraya Ángel Encinas.
Encinas ha corroborado que todos están “encantados” con su presencia y ha lamentado que la Junta de Castilla y León ya le haya “adjudicado el precinto” de caza, por lo que podrá ser abatido en cualquier momento. "Los vecinos sospechan que bajo la excusa de una supuesta peligrosidad del ciervo se esconde un interés por obtener una pieza de alto valor cinegético", destacó Encinas.
Pero Carlitos no es el único ciervo que se acerca al pueblo en busca de comida. Los habitantes de esta zona también les han puesto nombre a dos más: Tacones y Alfredo. La primera, piensan que es su pareja. El segundo, un macho adulto más pequeño que el otro cérvido.