Cristina Barreto está feliz. Por fín podrá viajar por la Unión Europea sin problemas. Se acaba de aprobar la creación de la tarjeta europea de discapacidad que igualará el reconocimiento en todos los Estados miembros.
Hasta ahora no era así. Y eso lo ha sufrido Cristina. A pesar de tener una discapacidad visual del 76% , en un primer momento no se aprecia que no ve bien, y cuando viaja por Europa le cuesta encontrar apoyos de los servicios de asistencia.
"En el aeropuerto de Bruselas no me han dejado pasar por el acceso prioritario, ni he podido recibir asistencia en la estación de tren de París para que me acompañen a mi asiento", explica.
87 millones de personas tienen algún tipo de discapacidad en la UE. Y en cada Estado miembro se aplica un criterio para reconocerlo.
"Hace dos años era impensable que Polonia, Hungría y España aceptaran la valoración de discapacidad de otro país", comenta Cristina para explicar el logro conseguido. Porque el principal problema que existía era precisamente ese. Que cada país mide de un modo distinto la discapacidad. "En Polonia una persona con un solo ojo ya es discapacitado, mientras que en España no", aclara Cristina quien desde su trabajo como responsable de la Oficina de Asuntos Europeos de la ONCE, ha tenido que viajar mucho. "Es un hito histórico, llevamos años luchando. A partir de ahora podremos viajar con más facilidad", comenta.
La nueva tarjeta servirá como prueba de la situación de discapacidad en todos los países de la UE. y por tanto ya no será necesario demostrarlo. En Atenas, al visitar el Partenón este verano, Cristina no pudo acceder al acceso destinado para personas con discapacidad porque los funcionarios no reconocían su tarjeta española. Tuvo que acceder por un terreno lleno de piedras y escaleras con el resto de turistas. Una situación complicada que ya no volverá a sufrir.
Lo que se ha aprobado ahora es una directiva europea que insta a los Estados miembros a crear esta una tarjeta de la discapacidad común que permita acceder a una serie de ayudas o reconocimientos. Una propuesta que se basa en el éxito de un proyecto piloto en el que participaron previamente ocho países.
Basándose en esto, la Directiva requiere que ahora todos los Estados miembros:
La propuesta tiene ahora que ser debatida por el Parlamento Europeo y el Consejo para que una vez adoptada cada país lo incorporen a su legislación nacional. Lo cual no implica que se supriman las tarjetas nacionales que conceden las autoridades de cada país, es un complemento más al que se deberá poder acceder en un plazo máximo de 18 meses.
Cuando entre en vigor se les empezarán a aplicar unas condiciones especiales para utilizar el transporte público, asistir a eventos culturales, visitar museos, centros de ocio, deportivos o parques de atracciones.
Dentro de las mejoras para la movilidad de las personas con discapacidad también se ha aprobado mejorar la actual Tarjeta Europea de aparcamiento. Ahora será igual para todos.
Su objetivo será permitir que las personas con discapacidad accedan a los mismos derechos de aparcamiento disponibles en otro Estado miembro . Y para que no haya problemas tendrá un formato común vinculante reconocido por la UE que sustituirá a las tarjetas nacionales de aparcamiento actuales.
Son dos grandes avances para acabar con las últimas barrera que separaban a los ciudadanos de la UE. "Es una paso enorme. Tendremos el derecho y ellos la obligación de aplicarlo. ¡Una vez que te reconozcan en tu país ya te reconocen en toda Europa!.", resume Cristina antes de despedirnos para celebrarlo.