A pesar de que el término parálisis de sueño puede asustar, no se trata de un trastorno peligroso, ya que, de hecho, la mayoría de las personas lo han experimentado en alguna ocasión.
Así lo explican en Clinic Barcelona, donde aseguran que “la parálisis del sueño es un trastorno del sueño que puede darse en personas sanas y no está asociado a otras enfermedades”, a lo que añaden lo siguiente: “Suele experimentarse como un episodio de pánico y angustia, puesto que la persona, aunque está despierta y es consciente de lo que pasa a su alrededor, no puede moverse. Esto es debido a que se solapa la fase de vigilia con la fase REM del sueño”.
Por lo tanto, la parálisis del sueño se puede definir como ese momento en el que nos encontramos entre el mundo de los sueños y el de la vigilia. Por un lado, el cerebro se despierta pero el cuerpo aún no, de tal modo que por más que lo intentemos, no conseguimos movernos. Ese momento de parálisis suele resultar desconcertante y provocar incluso pánico, puesto que nuestro cerebro nos dice que estamos despiertos y envía órdenes para que el cuerpo se mueva, pero este no responde.
En la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos lo explican del siguiente modo: “El ciclo normal del sueño tiene etapas, desde adormecimiento leve hasta el sueño profundo. Durante la etapa del movimiento ocular rápido (MOR) –conocida como fase REM–, los ojos se mueven rápidamente y es común tener sueños vívidos. Todas las noches las personas atraviesan varios ciclos de sueño MOR y no MOR. Durante el sueño MOR, su cuerpo está relajado y sus músculos no se mueven. La parálisis del sueño se presenta durante el cambio de etapas del ciclo del sueño. Cuando despierta súbitamente del sueño MOR, su cerebro está despierto, pero su cuerpo aún está en modo MOR y no puede moverse, causándole una sensación de estar paralizado”.
Como hemos apuntado, aunque sea un trastorno que pueda provocar cierta angustia, el efecto solo dura uno o dos minutos. Claro que en ese tiempo se pueden tener alucinaciones y que aparezca una sensación de desasosiego que lleva a experimentar ansiedad por no poder moverse. Esto sucede porque el tránsito de una fase a otra ha sido interrumpido bruscamente y las imágenes que poblaban el sueño no se han desvanecido. Si a eso le unimos el hecho de que el cuerpo no reacciona, el resultado es un momento angustioso que, eso sí, no tarda en disiparse.
La citada Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, expone que “en la mayoría de los casos, la parálisis del sueño ocurre tan poco que no se necesita tratamiento”. De hecho, lo que resulta más conveniente es que trate la causa de que aparezca en ocasiones, es decir, la falta de sueño, un estrés excesivo…
No en vano, tal y como explica el doctor Àlex Iranzo para Clinic Barcelona, “las personas que duermen entre cuatro o seis horas tienen más probabilidades de que les ocurra”. Y a eso añade que es un trastorno tan habitual en una parte de la población que, “en países como México, se le conoce como ‘se me ha subido el muerto’”.