Mientras en el barro de la Macarena de Sevilla continúa el shock por el último crimen machista, en Barcelona arranca el juicio contra el hombre acusado de asesinar a su exmujer asfixiándola con papel film en un domicilio de Manresa tras descubrir que ella había iniciado una nueva relación sentimental. Ambos estaban divorciados, pero él nunca aceptó la separación y presuntamente “concibió un plan para acabar con la vida de la madre de sus dos hijas”.
Así lo recoge el escrito de acusación de la Fiscalía, quien pide para el presunto asesino, identificado como Antonio S.F., 23 años de prisión por asesinato con alevosía y ensañamiento.
Concretamente, todo ocurrió el 14 de abril de 2021, apenas un mes después de que se divorciasen. Desde entonces, él “nunca aceptó su nueva situación personal” y continuó intentando “recuperar la relación” pese a que la víctima, de 34 años, se oponía, tal como subraya la acusación.
Aquel trágico día, según la investigación de los Mossos d’Esquadra, el hombre contactó con ella y la convenció para ir al piso que habían compartido juntos con la excusa de realizar la declaración de la Renta después de que esta dejase a las dos hijas que tenían en común, –de 4 y 7 años entonces–, en el colegio.
El presunto autor de los hechos le dijo que necesitaba unos papeles para poder elaborarla, y convenció a su exmujer para acompañarla hasta el interior del domicilio familiar, donde presuntamente perpetraría el crimen.
Dentro de la vivienda, la acusación sostiene que atacó de forma “sorpresiva” a su exmujer, utilizando un papel film para envolverla “desde la cintura hasta la cabeza” y asfixiarla.
Incapaz de moverse y liberarse, con el plástico cubriéndole nariz y boca, la víctima padeció, según recoge el escrito de la acusación de la Fiscalía, recogido por Crónica Global, “un sufrimiento añadido e innecesario” hasta fallecer.
Tras perpetrar el crimen, el agresor se marchó del lugar, siendo detenido poco tiempo después. Según la investigación, intentó suicidarse, pero acabó en prisión provisional sin fianza, a la espera de la resolución del juicio que comienza hoy.
El cadáver de la mujer fue descubierto por sus propios padres, quienes alertados porque no contestaba a ninguna llamada ni mensaje, fueron al domicilio. Allí, el progenitor actuó para liberarla del plástico y dieron aviso a los servicios de emergencias, pero nada pudieron hacer por salvarla.
Por estos hechos, la Fiscalía considera que hubo alevosía y ensañamiento en el asesinato, por lo que reclaman 23 años de cárcel para él, así como una medida de libertad vigilada de 10 años una vez cumpla la condena.
Del mismo modo, exigen una indemnización de 400.000 euros a la familia de la víctima, así como la prohibición de comunicarse por cualquier vía con sus hijas y los padres de la fallecida.
Durante el juicio, se espera que declaren varios familiares, vecinos, personal del colegio y agentes de la investigación. Además, está previsto que se lean las cartas que el presunto asesino escribió previamente a su intento de suicidio.