Agentes destinados en la Jefatura Superior de la Policía Nacional en La Rioja alertan de una nueva modalidad de estafa llevada a cabo fundamentalmente en los meses de verano conocida como la estafa de las autocaravanas. Por otra parte, está la estafa del retrovisor.
El 'phishing' es un tipo de ciberdelito por el que los delincuentes tratan de engañar a los internautas para conseguir dinero, datos bancarios o contraseñas de manera fraudulenta. El 'phishing-car' es una variación en la que la venta de un vehículo es el gancho para engañar al comprador.
Detrás de las estafas de 'phishing-car' hay organizaciones perfectamente coordinadas. Son difíciles de localizar ya que publican anuncios en páginas web legales, con datos reales por lo que, a priori, nada hace sospechar que se trata de un anuncio falso.
La estafa de las autocaravana consiste en que un estafador u organización criminal inserta anuncios de ventas de autocaravanas en portales de Internet dedicados a la compra y venta de vehículos, normalmente de alta gama a un precio notablemente inferior al del mercado, lo que hace de señuelo o gancho para el comprador.
La víctima establece contacto con los supuestos vendedores de los vehículos mediante los números telefónicos insertados en los anuncios para iniciar el trámite comercial de compraventa.
La persona que le responde le indica que el vehículo se encuentra en el extranjero y que para garantizar la transacción, la misma se hará mediante pago diferido, utilizando para ello un actor intermediario y supuestamente ajeno al vendedor, que será una empresa de transporte que trasladara el vehículo a su destino y una vez allí será comprobado 'in situ' por el comprador para que si todo es correcto, abona el importe.
Por lo que el único pago que se le exige por adelantado al comprador es este servicio de transporte/mediación, que es abonado de diferentes formas, pudiendo ser por transferencia bancaria como en este caso o por empresas de envio de dinero.
Una vez enviado el dinero, el estafador deja de responder al comprador y la supuesta empresa de transporte no existe o de existir, han usurpado su identidad para engañar al comprador y dar sensación de seriedad y/o falsa seguridad.
Existen varias variantes en este 'modus operandi' en los que la supuesta empresa de transporte que va entregar el vehículo, exige el pago del mismo o un porcentaje de total, asegurando que a la llegada del vehículo, de no estar de acuerdo con su estado, podrá desestimar la compra y recuperar el pago realizado, cosa que nunca llega a ocurrir porque no se lleva a cabo ningún transporte.
Existen numerosas víctimas que llegan a pagar el valor entero del vehículo o el porcentaje solicitado ya que confían que la transacción es segura al haber creído que esta se realiza bajo el amparo y protección de una tercera empresa mediadora cuando realmente no existe y es una intervención del propio autor de la estafa u organización criminal para dar al comprador una falsa sensación de garantía y seguridad en la compra.
Una vez realizados los ingresos, las víctimas no volvían a tener más noticias de los presuntos comerciales.
Por ello se aconseja a los particulares que realicen una serie de comprobaciones sencillas, previas al pago de dichas compras:
Suelen emplear argucias de todo tipo que hagan atractiva la venta: precios más bajos, necesidad de venderlo por estar sin empleo, fotos atractivas en el anuncio, posibles (y falsas) valoraciones del usuario. No existen chollos en Internet.
Tratarán hacerte creer que la venta está revestida de legalidades. Para ello, simulan contratos de compraventa que no tienen valor; conversaciones amenas para ganarse tu confianza, pantallazos falsos de la supuesta venta; envío de documentación identificativa que se corresponde con la enviada por otras víctimas.
Al final, una compra entre particulares se basa en la confianza entre las dos partes, cualquier formalidad por el vendedor carece de valor porque puede ser falsa.
No remitir nunca documentación personal a un particular, bajo ningún pretexto. La van a emplear para enviarla a otras víctimas simulando ser tú y es posible que después acabes siendo denunciando o que con ella se den de alta fraudulentamente en otros servicios.
Emplean servicios como WhatsApp para engatusar a las víctimas y ganarse su confianza. Se recomienda gestionar la compra por teléfono y preguntarles características concretas sobre el artículo para ver qué responden.
No pagues nada por adelantado. Es preferible comprar artículos que puedas revisar en persona y hacer el pago también en persona o emplear medios de pago que puedan retener tu pago hasta que hayas recibido el objeto de la venta.
Las plataformas de segunda mano no se responsabilizan de estas estafas, no comprueban su legalidad ni retiran anuncios fraudulentos por lo que es posible que tu estafador siga actuando o el anuncio activo.
Si, por un momento, ocurre algo que te haga sospechar, corta toda conversación; tu experiencia te dice que algo no anda bien.
Si se realiza una transacción y poco después te percatas de que es fraudulenta, ponte en contacto rápidamente con tu entidad bancaria para su cancelación y denunciar lo antes posible aportando todos los datos posibles sobre la venta y el supuesto vendedor.